«Contar la milonga de que llegas y te dan una ayuda vitalicia limita el crecimiento de Álava»

- ¿Cuál es su postura exacta sobre las renovables?

- Defendemos las energías renovables, pero que se hagan con control y respetando las zonas protegidas. Exigimos que el Gobierno vasco redacte un plan sectorial de energías renovables (PTS) para saber dónde se pueden colocar molinos o huertos solares y dónde no. No puede ser que un señor vaya paseando con un maletín ofreciendo dinero a los agricultores para instalarse aquí o allá. Esto no se ve en ningún otro lugar del mundo. No es de recibo que nos traigan lo que no quieren en Guipúzcoa o Bizkaia.

- ¿Entonces apoyan los proyectos que cumplan con los criterios medioambientales?

- Nosotros respaldaremos los proyectos que sean positivos para Álava. Queremos instituciones que traigan empresas, creen puestos de trabajo y atraigan talento.

- El empleo en Álava ya ha vuelto a niveles previos al covid.

- Los últimos datos oficiales indican que Álava es una de las pocas provincias de España donde hay menos empresas que hace dos años. Hay miles de alaveses que en este momento tienen una situación de incertidumbre laboral.

- El diputado general plantea llegar al pleno empleo.

- Los discursos del PNV sobre que todo va fenomenal no se corresponden con la realidad. Son cortinas de humo. Y es que en los últimos años ha habido muchísimos jóvenes cualificados que han tenido que irse por falta de oportunidades y, mientras tanto, aquí nos llega gente sin ninguna preparación que se cuelga de un sistema de ayudas que no está condicionado a la formación. Eso genera bolsas y bolsas de demandantes y creo que eso necesariamente nos tiene que llevar a una reflexión sobre el modelo de ayudas en Álava y Euskadi.

- ¿Qué postura mantendrán ustedes sobre este asunto?

- El debate sobre el sistema de ayudas sociales y la RGI lleva ocho años parado. En 2015 dijeron que iban a reformarlo, lo repitieron en campaña y ahora se comprometen a afrontarlo esta legislatura. Nosotros queremos hacer un planteamiento serio a la gente y condicionar esas ayudas a la formación y al empleo. Contarle a la gente la milonga de que se puede llegar aquí y tener una ayuda vitalicia genera bolsas de personas que no sólo condicionan el paisaje social de la ciudad, sino también va a limitar las oportunidades de crecimiento del territorio. Necesitamos que la gente venga a trabajar.

- ¿No teme que se repita el enfrentamiento de hace ocho años?

- Algunas de las cuestiones que nosotros defendíamos entonces, como plantear el control con huella digital, el PNV las asume ahora como necesarias. No hablamos de abusos o fraude, sino de un cambio de modelo que lo haga sostenible. Nosotros queremos un sistema de protección social que llegue a todos los que lo necesiten y no sea un freno para el talento.

- También critican la exigencia del euskera en las OPE.

- El euskera supone un 39,6% de la nota en la última convocatoria de la Diputación para el Instituto de Bienestar Social. Es vergonzoso. Urgimos a rebajar esa exigencia en las OPE. Discriminan a miles de personas que se quedan fuera del empleo público y muchos se marchan del País Vasco.

- ¿El PP ha perdido poder de influencia en Álava?

- Nos hemos convertido en la única alternativa a los gobiernos del PNV y PSE porque en el Parlamento vasco y el Ayuntamiento han preferido acercarse a Bildu y Podemos. Es muy difícil acordar con Urtaran y una Diputación empeñada en acercarse a los más radicales. Eso está perjudicando a los intereses de Álava. Se ha demostrado que los siete años de gobierno del PNV han sido un fracaso en los que han incumplido todas sus promesas electorales. ¿Para qué pidieron el voto de la gente más moderada? ¿Para pactar la economía y educación con Bildu?

- ¿Sinceramente han estado dispuestos a llegar a acuerdos?

- Hemos hecho planteamientos para rebajar impuestos, mejorar la vida de las familias o reforzar los servicios sociales. Hemos presentado planes para relanzar en el centro de Vitoria o apoyar a los autónomos. Nos han dicho que no a todo. Al PNV le sobra prepotencia con su mayoría absoluta.

- ¿Su objetivo es recuperar el voto moderado?

- Los votos al PNV han permitido que Bildu sea hoy quien condicione la política en Euskadi. ¿Y para qué? El PNV ha sido incapaz de promover ningún asunto ilusionante. La única inversión importante ha sido el BEI, un innecesario proyecto faraónico que ha destrozado la ciudad y ha sumido en un caos al tráfico. Estamos perdiendo oportunidades y nos quedamos fuera de importantes planes de inversión incluso en el panorama cultural. Hace falta un cambio. No hay más que visitar Bilbao y San Sebastián para ver que el PNV está dejando que Vitoria se quede atrás. Y eso que Álava paga ahora más que nunca al Gobierno vasco para recibir menos.

- Insisten en ese discurso del desagravio territorial.

- Creemos que es importantísimo que una mayoría social despierte. Son datos objetivos. Si analizamos los seis últimos presupuestos del Gobierno vasco, nos encontramos con que Álava se ha quedado fuera de los principales planes. Es una realidad objetiva. Debemos hacer un llamamiento a esa mayoría que no se resigna a que Álava siga perdiendo peso y protagonismo en Euskadi.

- ¿No cree que Álava se ha vuelto más nacionalista?

- Creo que la mayoría social en Álava, en Vitoria, sigue siendo moderada. Para esos ciudadanos que no quiere enfrentamientos, divisiones o broncas, la alternativa sensata es el PP. Los defraudados por el PNV y el PSE no creo que confíen más en una Vitoria arrastrada y condicionada por radicales. Tenemos opciones de aglutinar a una mayoría que saben que Urtaran ha fracasado en Vitoria y que el PNV de la Diputación está a las órdenes de Sabin Etxea.