Ensanche 21 ofrece a las constructoras suelos para levantar 462 pisos protegidos en Vitoria

Las enajenaciones de estos terrenos de la ciudad, anunciadas en la web de la sociedad municipal, no son algo que nazca de cero. Sólo este año se han adjudicado otras dos superficies para levantar viviendas en Larrein, pero desde hace medio año no se ha aunado el interés de ninguna constructora por los suelos donde se podrían levantar hasta 105 pisos de protección oficial. El pasado mes de septiembre el anuncio de Ensanche 21 quedó desierto y hubo que volver a empezar de cero el proceso administrativo.

Ahora la empresa pública vuelve a buscar empresas interesadas en conseguir ese terreno para levantar pisos en este bloque. Para hacerse con él, Ensanche 21 pide 3,38 millones. Además, oferta otras dos superficies en Larrein, donde se podrían levantar 174 y 183 viviendas como máximo y por las que se piden 3,6 y 5,65 millones de euros, respectivamente.

Y aunque la cifra parece alta, la realidad es que no lo es a ojos de Carlos Fernández de Nograro. «El Ayuntamiento lo está haciendo bien, está vendiendo incluso por debajo de mercado». El promotor urbanístico y vicepresidente de SEA-Uneca cree que las instituciones han hecho bien su trabajo hasta la fecha. El problema está en que se ha dado una «subida alarmante» de los precios de los materiales desde el estallido de la guerra en Ucrania. Los costes de las materias primas subieron un 5,67% en 2021, un 11,55% en 2022, un 3,87% en 2023 y sólo este año han empezado a estabilizarse según el índice de costes de la construcción que elabora Eustat. Si a eso se le suma otros costes como la mano de obra, el resultado es que levantar un edificio hoy es un 19,45% más caro que en enero de 2021.

Fernández de Nograro insiste en que ahí, en los costes, es donde está el problema. Como las viviendas de protección oficial tienen un precio máximo fijo, conocido en el argot de la construcción como los módulos, la inflación ha hecho que hoy no resulte rentable levantar este tipo de apartamentos. «La guerra de Ucrania se ha 'comido' la subida de los módulos», argumenta.

«A día de hoy cuesta más hacer una VPO que venderlas. Así nadie va a ponerse a construir si no es rentable. No se está haciendo mal, pero hay que volver a subir el módulo», reclama.

En una línea similar se pronuncia Josu Sánchez, consejero delegado de Sarkis Lagunketa. En conversación con este periódico apunta a la «carencia de gremios» y «los precios de los materiales», pero él sí ve un problema en el precio del suelo, tanto para vivienda tasada como para VPO. «El precio del suelo es un factor muy importante en las viviendas protegidas para que se interesen las empresas», advierte al tiempo que pide al Ayuntamiento que considere rebajar algo más los precios.

Sobre los pisos que se 'atascaron' en septiembre, puntualiza que es un producto que no interesa mucho. «Está casi al mismo nivel que una vivienda libre. Aquí hay que asumir que hoy no se puede construir vivienda tasada a precios de vivienda tasada», remarca.

En Álava, según Eustat se ha pasado de una previsión de construir 375 viviendas durante el primer trimestre de 2021 a escasas 106 a principios de 2024. La estadística autonómica, no obstante, no detalla las viviendas por tipología. En paralelo la firma de hipotecas no hace más que crecer para huir del mercado del alquiler, lo que tensa todavía más el desequilibrio entre oferta y demanda. En el tercer trimestre de 2024, según los datos del Departamento de Vivienda, se formalizaron 3.399 compraventas de pisos en Álava cuando hace una década, en el mismo periodo, se cerraron 1.800 operaciones de este tipo en el territorio.

El dibujo de estos terrenos de Ensanche 21, no obstante, tardará un tiempo en dilucidarse. Y además, lo hará por fascículos, ya que los plazos para interesarse por los suelos del Ayuntamiento son diferentes. Los primeros en cerrar su calendario serán los apartamentos tasados, de los que habrá noticias a partir del 28 de febrero, cuando se cerrará el plazo para interesarse por esa parcela. Después llegará el turno de los suelos de las 174 VPO (31 de mayo) y, por último, las otras 105 casas de protección oficial (27 de septiembre).

Desde 2020, la única opción para adquirir pisos de este tipo en Euskadi es mediante de empresas privadas. Hace ya casi cinco años que el Gobierno vasco, a través de Visesa, sólo promueve VPO para alquiler. Los últimos pisos públicos en venta, construidos en Bilbao, se entregarán esta primavera a sus dueños.