Editan una guía para atajar los suicidios entre los mayores
El documento, editado por el Ayuntamiento, servirá de apoyo a los trabajadores de la red Bizan para actuar ante posibles casos
helena rodriguez
Jueves, 29 de septiembre 2022, 18:59
La Organización Mundial de la Salud alerta de que el suicidio es un problema que en la mayoría de los casos se puede prevenir y cuyo abordaje es una prioridad. Según las estadísticas, los comportamientos suicidas crecen a partir de los 70 años. Conscientes de la importancia de anticiparse ante esta problemática en este segmento de edad, el área de Políticas Sociales, Personas Mayores e Infancia del Ayuntamiento y la empresa Sirimiri han elaborado una Guía de Prevención del Suicidio de la Red Bizan (antiguos centros socioculturales de mayores).
LAS SEÑALES DE ALERTA
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Las frases: Atención a las que expresan deseos de morir, culpa excesiva o desesperación. «Estaría mejor muerto»; «Soy una carga» o «No hay salida»
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Conductas y lenguaje corporal: Tendencia al aislamiento o la autodestrucción;arreglar asuntos pendientes; buscar medios de quitarse la vida; interés inusual por la muerte o la violencia; calma repentina en una personas deprimida
El objetivo del documento, presentado ayer por el concejal del área, Jon Armentia, y la responsable de la firma, Ana Borge, es dotar a las trabajadoras y técnicos de estos centros de una herramienta que les permita detectar posibles casos y evitar que se materialicen. «Es un tema tabú que genera estigma y lleva a las personas afectadas a no pedir ayuda y a su entorno a no ver o no querer verlo. Frente a ello, en los Bizan hemos decidido hablar del problema y poner en marcha actuaciones para prevenirlo, aprovechando que aglutinamos a una gran parte de la población mayor de Vitoria y que disponemos de excelentes profesionales en escucha permanente», explicó Armentia. Fueron precisamente ellos quienes dieron la voz de alarma a encontrarse «con episodios de suicidio» entre los usuarios.
La guía enseña a identificar señales de riesgo, entre ellas la tendencia al aislamiento o un interés inusual por la muerte, y detalla cómo actuar. En este sentido, el concejal de los servicios sociales municipales remarcó la importancia de «escuchar a la persona afectada, demostrar que nos importa y hablarle adecuadamente, sin juzgar ni criticar, además de ofrecer apoyo emocional y buscar ayuda profesional».
La publicación ofrece, además, pautas para acercarse a la persona con ideas suicidas y así conocer en qué momento está o cuál es su nivel de determinación. Por otra parte, dedica un apartado a la intervención ante el duelo y al apoyo a las personas supervivientes: familiares y amigos de la persona suicidada. A juicio de Ana Borge, responsable de la empresa Sirimiri contratada por el Ayuntamiento para gestionar los Bizan, «el simple hecho de enfrentarse a esta realidad genera un gran impacto y tener ideas claras sobre cómo actuar puede aliviar esta presión».