Dos semanas de apagón en un piso de Zaramaga
Una familia sufre un corte de luz durante 14 días por un conflicto con Iberdrola, que les acusaba de fraude cuando el fallo estaba en un contador
Borja Mallo
Miércoles, 14 de mayo 2025, 00:17
Saioa, Ricardo y sus dos hijos regresaron a Vitoria tras unos días de vacaciones el 2 de mayo y se encontraron con su casa completamente ... a oscuras. Lo que en principio pensaron que era una consecuencia del apagón que todo el país sufrió el pasado 28 de abril se convirtió en una pesadilla de casi dos semanas en las que han tenido que sobrevivir sin electricidad por culpa de un error de Iberdrola que la empresa eléctrica subsanó la tarde de ayer. Lo hizo apenas dos horas después de que EL CORREO se pusiese en contacto con la compañía para contrastar la denuncia de la familia de Zaramaga, que ha vivido 14 días al límite tratando de justificar que no estaba cometiendo un fraude en la conexión a la red, sino que los desfases entre las lecturas y el consumo se debían a un fallo en el contador. Precisamente, el dispositivo que les cambiaron sobre las 15.00 horas de ayer de urgencia –hasta entonces Saioa y Ricardo habían chocado contra un muro– les ha permitido volver a la normalidad.
Comidas hechas en un hornillo con gas, calor en casa a través de una estufa de butano, iluminación con linternas y lámparas con batería, duchas en el centro cívico, móviles recargados en el trabajo, la ropa sucia en la lavandería... Todas las incomodidades que se pueden imaginar y más por un error ajeno a ellos y que trataron de solventar de todas las maneras posibles, y desembolsando bastante dinero por el camino, aún sabiendo que el fallo estaba en el maldito contador.
Desde el 29 de abril y hasta ayer han estado a oscuras por un supuesto enganche ilegal que no era tal
La vivienda se encuentra en la calle Cuadrilla de Vitoria. «Cuando llegamos de vacaciones creíamos que lo que pasaba se debía al gran apagón, pero vino un electricista y después de mirar todo dijo que nos habían cortado la electricidad». Sin aviso previo –una medida legal en casos de fraude–; simplemente con una pegatina escondida en el cuadro de mandos que anunciaba la efectividad del corte desde el 29 de abril. Acto seguido, el matrimonio contactó con Iberdrola. Y comenzó la pesadilla.
«Lo primero que nos dijeron es que habían detectado un fraude en la conexión porque de la caja de luces entraban tres cables al domicilio». Llamaron a un electricista oficial y revisaron la instalación, determinando que esa tercera conexión era la toma de tierra y que es el único vecino que la tiene. En una segunda llamada, el sábado 3 por la tarde, les dijeron que el problema era que «la energía que entraba no coincidía con lo que marcaba el contador, por lo que entendían que había un enganche ilegal». Lo que en realidad no era así, pues el técnico detectó desde casi el primer momento que «el error se encontraba en el contador», responsabilidad de la compañía.
1.550 euros de sanción
Iberdrola les avisó de que les llegaría una carta con las acciones que debían emprender para reengancharse a la red, pero de la misiva no han sabido nada hasta ayer: «Ha sido todo por teléfono o correo electrónico, sin que en ningún momento se haya presentado en nuestra casa nadie de la empresa. Nos insistían en que el contador estaba perfectamente. Curiosamente hoy –por ayer– nos han dicho que había un técnico cerca para cambiarlo».
Se insiste, hasta ayer. Porque la familia entró en un laberinto de trámites y consultas fallidas. Exigencias y más exigencias, como varios boletines rubricados por un electricista o informes, acompañados de fotos y vídeos, de un ingeniero eléctrico señalando la inexistencia de un fraude. Y respuestas siempre en el mismo sentido, reflejando que toda esa información era aún insuficiente. «Hemos tenido que contratar nosotros todo cuando desde el primer momento nos dijo el electricista que el fallo estaba en el contador. Y no nos han hecho caso: decían que estaba bien y no mandaban a nadie a revisarlo», denuncian.
La empresa les devolvió ayer el servicio eléctrico sustituyendo el contador que decía que estaba bien
En la última prueba (realizada también ante este periódico) una pinza conectada directamente al contador dejaba ya bien a las claras que el fallo estaba en el medidor. Y cuando ya habían mandado toda la documentación... llegó la multa. «¡Y encima nos sancionan!». 1.550 euros, tampoco les explican de dónde sale esa cifra, que abonaron para reactivar (sin éxito)la conexión. Y aún tenían que pagar por darse de alta de nuevo. «¡Y no nos arreglaban el contador!».
El calvario terminaba ayer. Reconocen que en todo este tiempo han tenido que hacer «de tripas corazón» para sacar una buena cara ante sus hijos y «tirar para adelante». «Hemos topado con una piedra dura porque no nos ponían la luz ni pagando».Pero lo han superado. Ahora estudiarán qué medidas pueden adoptar para que les compensen por este infierno a oscuras que han tenido que sufrir.
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