Juicio por agresión sexual: «Dígame, ¿se permiten consoladores en la cárcel de Zaballa?»

La víctima no pudo dar su versión sobre los hechos, ocurridos el verano de 2019, porque se quitó la vida hace un par de meses en una celda de la cárcel aragonesa de Zuera. Sí dejó una declaración jurada en la que señaló a las encausadas. Supuestamente la abordaron en la peluquería y la dejaron al no hallar sustancia estupefaciente alguna.

Ayer, uno de sus abogados expuso la teoría de que las heridas registradas en el informe médico «se las hizo» la propia víctima. Preguntó a tres testigos diferentes: «¿Están permitidos los consoladores en Zaballa?». Un funcionario, muy extrañado por la cuestión, admitió que «si carece de componentes electrónicos podría estar autorizado». Otro indicó que «creo que no». A la médica que atendió a la agredida le requirió si las heridas eran compatibles con algún juguete sexual. Recibió un lacónico «sí».

Pero estos testigos, más dos ertzainas que trasladaron a la herida al hospital, también manifestaron que la denunciante les contó el incidente e identificó a sus agresoras, quienes en la primera jornada de este proceso penal se negaron a declarar.

Aquella vista tuvo lugar el 19 de mayo. La segunda estaba fijada para la mañana siguiente, pero se suspendió por la ausencia de una investigada, la única en libertad. Ayer, rodeada de agentes uniformados, pidió disculpas. «Estaba enferma, señoría. Telefoneé al juzgado para avisar», aseguró. Curiosamente, la patrulla de la Ertzaintza que acudió a su casa aquella jornada timbró sin respuesta alguna.

Tras más de dos horas de declaraciones, llegaron los alegatos definitivos. En su turno, el fiscal mantuvo la petición de doce años de cárcel por un delito de agresión sexual más otros doce meses por un delito leve de lesiones. Sustentó su petición en la declaración de la víctima en fase de instrucción y en un vídeo de seguridad del centro penitenciario. En la secuencia, las cuatro protagonistas van entrando a la peluquería del módulo 10, mientras otras internas se alejan del lugar «apresuradamente». Sin embargo no hay imágenes de lo ocurrido dentro aquel día de julio de 2019.

La víctima «tenía partes disciplinarios por haber introducido droga anteriormente», contó un jefe de servicios. Las tres procesadas siguen diferentes tratamientos de desintoxicación de sustancias estupefacientes.

Quedaba la palabra para el abogado interesado por los consoladores dentro de los muros de la prisión. «La persona que estamos llamando víctima era una psicópata. Recuerden que estaba presa por matar a su hija de 7 años», arrancó. La supuesta agresión sexual fue «fruto de su imaginación desbordante».

Aseguró este letrado en sus conclusiones que «las heridas se las hizo ella misma. Son compatibles con un consolador o producidas por un encuentro con su pareja». El juicio quedó ayer visto para sentencia. El dictamen de los tres magistrados de la Audiencia Provincial de Álava se espera para dentro de un mes.