Armas blancas en Euskadi

Detienen en Vitoria a un okupa atrincherado con un cuchillo tras agredir a otro hombre

Según fuentes policiales, la víctima era un conocido del arrestado. Aunque en un primer momento se especuló con que pudo valerse del arma blanca, las posteriores pesquisas de la Guardia urbana apuntan a otro objeto contundente, un palo. La víctima quedo semiinconsciente tras recibir un golpe «en la cabeza». Como sangraba abundantemente fue necesaria la intervención de una ambulancia medicalizada.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.00 horas. La calle Zapatería se llenó de dotaciones de la Policía Local, a los que posteriormente se agregaron refuerzos de la Ertzaintza. El okupa se parapetó tras la puerta del edificio, situado en «el número 98» de esta vía de la almendra medieval. «Salía a la ventana mostrando el cuchillo», aseguran vecinos de la zona.

Como no depuso su actitud, los agentes tuvieron que forzar la puerta de entrada para irrumpir y prenderlo. Se movilizó una veintena de efectivos de la comisaría de Aguirrelanda. «Lo que pasa aquí ya es de infarto. El ambiente es muy contaminante. Llevo cinco años viviendo en el Casco Viejo y cada día va a peor», denunció una testigo de los hechos.

Por protocolo se colocó un cordón de seguridad dada la expectación existente ante este nuevo incidente. Los numerosos curiosos lo respetaron... Salvo uno. Se trató, deslizan medios policiales, de «un hermano de la víctima, que quiso tomarse la justicia por su mano». Fue retenido por efectivos de la Ertzaintza, cuerpo que también intervino en el dispositivo.

¿A qué respondió este ataque? Residentes en la ladera Este del Casco Viejo de Vitoria hablan de «una discusión» previa entre el atacante y la víctima. La disputa tuvo lugar en el cercano cantón de Las Carnicerías. Al parecer, el okupa se refugió en el bloque donde vive y regresó con «un palo». Ya en el interior del edificio, el sospechoso amagó con «clavarse un cuchillo en el cuello».

Habitantes de la calle Zapatería refieren que se trata del tercer altercado protagonizado por este okupa en los últimos días. «La madrugada del lunes comenzó a gritar y hubo que avisar a la Policía. El domingo tiró botellas desde su ventana a una vecina de enfrente. Basta ya, el Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto puesto que el edificio en el que vive es de su propiedad», claman.

Este hombre probablemente se enfrente a los cargos de «lesiones graves» cuando pase a disposición judicial. Se trata de la misma persona cuya lonja en la calle Santo Domingo -también okupada- ardió en diciembre. El fuego fue «intencionado». Según uno de los afectados, «encapuchados» entraron, le pegaron a él y a otros compañeros y finalmente prendieron fuego a la estancia.