Un detenido en la pelea con pistolas en Vitoria es el líder de la mayor banda de ladrones de Bizkaia

Como adelantó la web de EL CORREO, la rápida aparición de la Policía Local, primero, y de la Ertzaintza evitó que de los gritos y amenazas se pasara a los disparos y cuchilladas. Ante la extrema peligrosidad de la situación, los efectivos desplegados cortaron la carretera alrededor de una manzana donde se levanta un bloque de alquiler social de Alokabide, hogar de una de las implicadas. Intervinieron también unidades especiales.

Hubo algunas identificaciones, cuatro detenidos –entre ellos, el supuesto líder de esta banda histórica– y se requisaron numerosos objetos peligrosos.

El cabecilla de esta banda cuenta en la actualidad con 40 años y figura en los radares policiales desde «hace más de dos décadas». Se bautizó con los robos de coches. En especial los Seat León, al contar con un aparato capaz de abrirlo en un abrir y cerrar de ojos.

Calificado por policías que mejor le conocen como «listo, buen comunicador y líder nato», prosperó en el escalafón hasta liderar este grupo que se pasó a los robos de estancos y bares. Pese a las sucesivas operaciones policiales, que sesgaron su organización, este hombre siempre ha salido indemne.

El año pasado le pillaron con seis kilogramos de marihuana en una lonja de Rekalde usada como macroplantación indoor (bajo techo). Sin embargo, él prefiere definirse como emprendedor. Fuentes internas de la Ertzaintza en Bizkaia señalan que «ahora suele decirnos que ha comprado un edificio entero en su barrio (Rekalde), que lo ha vaciado de okupas y que ahora lo alquila a precios populares».

¿Y qué hacía este hombre en Salburua junto a varios parientes? Al parecer, su familia y la que buscaron en Vitoria viven enfrentadas «desde 1990». En febrero de aquel año, un conocido patriarca vizcaíno, su mujer y su hijo fueron acribillados por unos conocidos. Los autores penaron su delito en la cárcel y sus parientes directos fueron «desterrados».

Desde entonces se guardan rencor. Medios policiales deslizan que en los últimos meses, «un asunto sentimental» entre miembros de ambas familias habría reavivado el fuego de la disputa. En verano ya hubo un par de enfrentamientos en el Casco Viejo de la capital de Álava. «Pero usaron palos, nada que ver con esto», alegan varios agentes.