Dos décadas de carreras ilegales en Álava, un fenómeno intermitente y «muy arriesgado»
En 2000 se detectó la primera prueba ilegal en Salburua. Júndiz y Nanclares han acogido estas competiciones de manera cíclica
Las carreras ilegales son un fenómeno guadiana en Álava. Intermitente pero sostenido en el tiempo. Tanto es así que los primeros participantes hoy peinan canas. ... Corría mayo de 2000 cuando los vecinos de Salburua y Lakua denunciaron estas pruebas en sus calles.
Apenas concentraban a medio centenar de espectadores y había dinero en juego. El ganador podía embolsarse «entre 50.000 y 150.000 pesetas». Entre 300 y 900 euros al cambio actual.
La presión policial trasladó a los polígonos industriales esta práctica, amplificada por la saga cinematográfica Fast and the furious y el auge del tuneo de vehículos. En noviembre de 2003, hace justo 18 años, la Guardia urbana completó la primera redada en Júndiz. Multó a «dieciséis jóvenes».
El público superó las doscientes personas. Mikel estuvo aquella noche de otoño al volante. Hoy tiene 47 años. «Mirado con perspectiva, te das cuenta de que nos expusimos a algo grave», reconoce. En aquella época, en cambio, declaró que «buscaremos otro sitio para correr».
Y bien que lo hicieron. Los acelerones y derrapes se trasladaron entonces al área industrial de Los Llanos, en Nanclares de Oca. A unos quince kilómetros de la capital alavesa.
En 2005 se subieron a internet los primeros vídeos con escenarios alaveses. Un año más tarde, las patrullas de la Policía Local contabilizaron «más de 2.000 personas» en Júndiz. A partir de ahí, el Ayuntamiento de Vitoria cosió a resaltos esas calles, lo que provocó una queja formal rubricada por 600 trabajadores de esta zona. Aducían un deterioro para sus vehículos.
En 2013, el Juzgado de lo Penal número 1 condenó a un joven de 22 años a pagar 2.664 euros por arrollar a un hombre con su auto durante una carrera ilegal en Mendiola. Y hace apenas tres años, la Ertzaintza multó a ocho conductores por correr en Lantarón. Había más de doscientas personas a ambos lados de la vía.
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