Cuartos ultravioleta, bolsas en los zapatos y termómetros para clientes

Visitar establecimientos como El Corte Inglés, que ha abierto las puertas de todos sus departamentos, implica todo un nuevo dispositivo para asegurar la higiene y seguridad. Por ejemplo, un empleado desinfecta y controla los vestuarios y baños después de cada uso y cada una de las plantas del centro comercial ha instalado cabinas para desinfectar la ropa mediante luz ultravioleta.

«El proceso dura cuarenta minutos y se lleva a cabo con productos devueltos o probados por el cliente», explican desde la cadena. Para el resto de prendas, por ejemplo las que han sido revisadas en un expositor, cada una de las tiendas cuenta con planchados de vapor. Además, toda la plantilla se somete cada mañana a controles de temperatura antes de empezar la jornada, una solución que por el momento no aplican con los clientes. Eso sí, les obligan a aplicarse gel hidroalcohólico antes de entrar e incluso pueden restringirles el acceso a una planta si se encuentra muy llena, con más de 200 usuarios.

Tiendas como Toys R Us, en El Boulevard, sí toman la temperatura de los clientes con termómetros sin contacto. Cada una anuncia su aforo máximo en el escaparate, y los centros comerciales pueden restringir el acceso temporalmente al público si el aforo supera el 30% en zonas comunes y el 40% en las tiendas hasta que se vacíe de nuevo.

Las zapaterías han sido unos de los negocios más concurridos, y algunas también han introducido cambios en su funcionamiento. Por ejemplo, en Pablo Ochoa Shoes los clientes deben colocarse una bolsa de plástico antes de probarse los zapatos. «La gente ya ha entendido que los guantes y las mascarillas son por su bien y se adaptará, todo es un proceso», explicaba en El Boulevard Jacqueline López. Arantxa Arce se acercó a Leroy Merlin y, de paso, no se resistió a llevarse unos zapatos para el verano. «Me he animado porque el centro comercial me ha parecido seguro», afirmaba.