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Un camión circula por una N-240 vacía. Jesús Andrade

La crisis sanitaria reduce al 60% la movilidad en Álava

El diputado Javier Hurtado mantiene que el transporte público se adaptará a las diferentes fases de la desescalada en la lucha contra el coronavirus

Lunes, 4 de mayo 2020, 13:01

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La movilidad de los alaveses se ha visto afectada por el coronavirus de forma evidente en las últimas siete semanas. Estudios del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (antiguamente denominado Fomento) muestran que el tráfico viario en Álava cayó un 50% durante la primera fase de la crisis sanitaria y desde hace medio mes, cuando se recuperó la actividad industrial, se ha fijado en un 60% sobre lo habitual. Cifras muy similares a las que manejan distintos análisis realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la multinacional tecnológica Google que el diputado foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Javier Hurtado, ha presentado en una comparecencia –telemática– ante las Juntas Generales sobre su gestión en la lucha contra el virus.

Una tendencia a la baja que ha sido «muy intensa» en los grandes núcleos urbanos y «decrece a un menor ritmo» en la zona rural, aunque se mantiene «una importante relación» por carretera con Bizkaia, Gipuzkoa, La Rioja, Navarra y el municipio burgalés de Miranda de Ebro. Traslados que principalmente son en vehículo privado, ya que el transporte público y colectivo ha caído de manera «brusca» alrededor de un 95% y los fines de semana incluso asciende hasta un 97%. Un descenso en la demanda de billetes de bus que sobre todo se ha percibido en las conexiones con Bilbao, Logroño o Pamplona (de un 98-99%) y no tanto hacia Alegría, Urkabustaiz, Aramaio y Arrasate (de un 90-95%).

Esa tendencia ha llevado a la Diputación a adecuar toda su oferta para garantizar la movilidad ciudadana, pero adaptándose a la fase desecalada diseñada por el Gobierno central hacia la 'nueva normalidad' y a la demanda que exista en cada momento. Se mantendrán las limitaciones del aforo en los autobuses, el pago será a través de la tarjeta BAT, el acceso siempre se hará por la puerta trasera y se realizará un refuerzo de la limpieza de los vehículos. «La transición hacia la nueva normalidad implicará mantener muchas de las medidas de seguridad adoptadas hasta ahora. El uso obligatorio de mascarilla permite reforzar estas medidas y generar confianza entre las personas usuarias», ha considerado Javier Hurtado.

«Seguiremos analizando día a día la evolución de la demanda para adecuar nuestra oferta y garantizar en todo momento la seguridad en el servicio», ha indicado el diputado foral, quien ha apostado por evitar «una involución en el camino a una movilidad sostenible y un mayor protagonismo del vehículo particular».

Proyectos

Cuando Hurtado planteó en septiembre sus objetivos para la presente legislatura abundaron las buenas intenciones y escasearon los proyectos tangibles, algo que le supuso un chaparrón de críticas por parte de la oposición. El gobernante entonces se disculpó en que era consciente de que sus predecesores, incluido el más inmediato, su compañero socialista Josu López Ubierna, hicieron promesas que luego por razones prespuestarias o circunstancias sobrevenidas no se pudieron ejecutar. Una decisión política que entonces nadie entendió y ahora, con la crisis del coronavirus, le salvará de incurrir en incumplimientos.

Porque la Diputación tan sólo tiene tres proyectos en marcha: la eliminación de curvas y cambios de rasante en la N-240 a su paso por Legutio, la A-625 en Saratxo y la reurbanización de la travesía de Azáceta. Obras que durante la primera quincena de abril se suspendieron por el 'parón' general de la actividad fijado por el Gobierno central, pero que ahora se han reactivado, eso sí, con unas «medidas especiales» para evitar los contagios por el Covid-19. Hurtado no se ha comprometido este lunes a ninguna obra más consciente del importantísimo efecto que el patógeno de Wuhan tendrá en la recaudación de la Hacienda foral, este año supondrá al menos 100 millones de euros, según concretó la diputada Itziar Gonzalo en una entrevista a este diario.

«No se pueden cometer los mismos errores que se cometieron en la anterior crisis económica cuando se sacrificó la conservación y mantenimiento de las carreteras alavesas provocando un deterioro de las mismas, con su consiguiente impacto en la seguridad, y obligando a realizar después fuertes inversiones para su reparación», ha advertido Hurtado, que ha confirmado que se dará continuidad a obras de acondicionamiento y mejora de la red de carreteras, que en 2020 ascenderá a 2,2 millones de euros.

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