Noemí de Miguel: «Algo no se está haciendo bien cuando no se puede estudiar y practicar deporte a la vez»

Durante la temporada de F1 la periodista deportiva Noemí de Miguel (Autol, 1980) va 'A la carrera' en todos los sentidos. Además de descubrir todo lo que ocurre en el paddock en Movistar+ y Dazn, cuando los monoplazas se retiran se abrocha las zapatillas y dedica tiempo a cuidarse a sí misma. Esta tarde a las 19.00 compartirá su experiencia en el ciclo de charlas Hitzak de la Fundación Vital. El encuentro para el que hay que retirar una invitación en la Casa del Cordón de la capital alavesa tendrá lugar en el Kulturunea de Dendaraba.

– ¿Se entiende su vida sin el deporte?

– Soy la típica niña de abuelos de los 80, me crié en su casa mientras mis padres trabajaban. Allí no se veían dibujos, todo era fútbol, baloncesto, Fórmula 1, cross, ping pong.... o lo odiaba o me sumaba. Hacía mucho deporte y quería ser jugadora de baloncesto, pero pronto me dejaron claro que de eso no podría vivir. Eso sí, volví de lleno como periodista deportiva.

– ¿Le hicieron elegir entre el deporte y los estudios?

– Me gustaría entrar en las casas de los jóvenes y decirles que no tienen por qué elegir, que pueden hacer las dos cosas a la vez. No tengo quejas sobre cómo me ha ido la vida, pero muchos periodistas deportivos llevamos un deportista profesional frustrado dentro. Las personas deberían tener la oportunidad de dedicarse a las dos cosas, pero algo no estamos haciendo bien cuando lo que me ocurrió a principios de los 90 sigue sucediendo. No me dejaron ir a Zaragoza con 12 años para dedicarme al baloncesto y estudiar, pero sí se puede.

– Más tarde ha emprendido en ese sentido.

–Hace dos años creé University Soccer con varias socias, una agencia de becas para estudiar y jugar al fútbol en Estados Unidos. Allí los jóvenes pueden seguir su desarrollo deportivo y académico sin tener que renunciar a ninguno. Me encargo de hacer contactos con las empresas porque me gustaría que nadie tuviera que pagar por esta oportunidad, sino que inviertan en ellos y se cree talento. Que cuando terminen la universidad puedan elegir qué hacer y sepan que a lo mejor pueden estudiar y jugar fuera a un precio similar de lo que les costaría estudiar aquí.

– En 2015 decidió dejar la información futbolística y cambiar a la F1. ¿Cómo vivió ese cambio?

–Quería un cambio porque sentía que no avanzaba en el fútbol. Estaba en mi programa soñado desde que era pequeña, pero quería crecer y aprender. Eso sí, pasé de estar muchísimas horas en la redacción a volar continuamente, soportar cambios horarios, el trabajo eterno en el circuito... y el cuerpo lo va pagando. Coges peso, entras en una dinámica en la que estás muy cansada y aunque deberías hacer ejercicio te vas a tomar una cervecita con los compañeros... entras en esa rueda y rindes menos, tienes menos energía, estás más apagado y las cosas te cuestan más.

–Sin embargo usted también empezó a correr en los circuitos.

– El segudo año cambié la dinámica y empecé a incorporar el deporte en mi día a día. Mi maleta cambió y empecé a llevarme conmigo las zapatillas y la ropa de deporte. En 2018 ya corría 10 kilómetros, y en septiembre de 2019 hice mi primer maratón en Cabo Verde. Correr en los circuitos durante la temporada me ayuda a sentirme bien y, además,¿quién más puede correr en ellos?

– ¿La acompañan los demás periodistas?

–¡Algunos se suman! Me gusta poder inspirar, demostrar que aunque yo también trabajo mucho se puede hacer deporte. Debería haber más excusas para hacerlo que para dejarlo de lado.