Desmontan el muro rojo de la Virgen Blanca
Tras más de un mes en el céntrico enclave, la pared ha terminado repleta de mensajes y grafitis
N. S.
Miércoles, 19 de noviembre 2025
Este miércoles ha comenzado el desmontaje del muro rojo que ha dividido la plaza de la Virgen Blanca durante más de un mes. La pared de 3,5 metros de altura ha terminado repleta de mensajes y grafitis. Alguno de ellos incluso generó polémica. Y es que seis días después de su instalación, la obra colocada en el marco de la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi (Mugak) amaneció con pintadas a favor de ETA que fueron tapadas después con pintura blanca. Un hecho que generó la condena unánime de las instituciones y la organización, y llevó a la alcaldesa Maider Etxebarria a anunciar una investigación para identificar su autor.
Al margen de esta polémica pintada, la instalación ha terminado tapada por miles de mensajes de todo tipo. Un hecho que ha sido calificado por el artífice de la obra, Sebastián Bayo, de «todo un éxito». De hecho, la estructura, nombrada 'Utopía: prohibido el paso', buscaba despertar en la ciudadanía una «reflexión y una reacción contra el propio muro» para convertirlo «en un medio de expresión». Y parece que ha logrado con creces su objetivo.
Esta intervención recordaba el muro de Berlín, que separó la parte Oriental de dominio soviético y la Occidental. La obra fue elegida entre las múltiples propuestas llegadas de diferentes partes del mundo para la convocatoria 'ONSITE Mugak'.
.Junto a 'Utopía: prohibido el paso' se premiaron otras dos propuestas en Vitoria, que abordan «la utopía desde una dimensión expresiva y participativa»: 'URA: Urban Rain Architecture', llegada desde Madrid y creada por Noemí Gómez Lobo, Diego Martín Sánchez y Jonas Klaassen; y 'Arquitectura de reflexión', de Sergi Viñals Musquera y Héctor Lautaro Longo (Barcelona), una caja de espejos rodeada de vegetación.