«Hay que crear ciudades menos estéticas y que faciliten más la relación entre vecinos»
La pacifista valenciana inaugura este viernes la jornada virtual 'Derechos Humanos en la ciudad del s. XXI' organizada por el Ayuntamiento
Judith Romero
Jueves, 10 de diciembre 2020, 04:01
Si en 1950 únicamente el 30% de la población mundial vivía en ciudades, en 2018 el 55% de la humanidad ya había abandonado el ámbito rural. Es por eso que para la física Tica Font (Vall D'Uixó, Castellón, 1956), fundadora del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, el cumplimiento de los Derechos Humanos pasa necesariamente por la gestión de las ciudades. La pacifista valenciana ofrece este viernes la ponencia marco de la jornada 'Derechos humanos en la ciudad del siglo XXI' organizada por el Ayuntamiento de Vitoria. Se celebrará de forma virtual a través de la plataforma Zoom a partir de las 9.00 y las inscripciones ya están abiertas en la web municipal.
– ¿Cuáles son los mayores desafíos para la materialización de los Derechos Humanos?
– Sin duda alguna, las migraciones. No sólo las que se producen en las fronteras, ya que el fenómeno de abandonar el entorno rural para desplazarse a las urbes es global. En África, América latina o Asia es además un drama. Muchas de estas ciudades no pueden absorber la nueva población. Falta vivienda, agua potable, alcantarillado, escolarización y todo tipo de servicios básicos. Pero es algo que también podemos ver aquí. La población se concentra por barrios en función de su renta económica y no todos los habitantes pueden disfrutar de las ciudades de la misma manera.
– Las migraciones también traen consigo retos en la convivencia.
– Cada vez tenemos ciudades más heterogéneas, multiculturales y diversas. Respetar esta variedad y fomentarla, además de las diversidades sexuales, es un reto inmenso porque la diversidad siempre genera reacciones de rechazo. La mayoría que siempre lo había sido teme que la homogeneidad se ponga en peligro. Los municipios y sus cuerpos públicos deben representar esta diversidad.
– ¿Cómo abordar las diferencias que se producen en España al vivir en un entorno urbano o rural?
– No es de recibo que, por ejemplo, los habitantes de Teruel reciban quimioterapia en Zaragoza o en Valencia. Los tratamientos médicos más innovadores se dan en Madrid y en Barcelona, que ya concentran el 30%de la población del país. Tenemos que releer los Derechos Humanos teniendo en cuenta cuestiones como esta, porque tenemos ciudadanos de primera y de segunda. También sería bueno repoblar la España vaciada y que la población no se concentre en los mismos lugares, pero hay que ofrecer posibilidades para que eso ocurra. Son muchos quienes desean teletrabajar desde sus pueblos pero no cuentan con una cobertura que les permita hacerlo.
«Las ciudades son cada vez más heterogéneas y hay que fomentar esa diversidad»
multiculturalidad
«Los municipios deben acordar sus actuaciones con sus ciudadanos para que sean duraderas»
consenso ciudadano
– ¿Qué pueden hacer los municipios para ayudar a la materialización de los derechos humanos?
– Las ciudades tienen cada vez mayor población y deben trabajar por los Derechos Humanos. Deben tener una agenda de compromisos políticos y marcarse actuaciones. Tienen que abordarlas y consensuarlas con sus ciudadanos, y deben desarrollar políticas y actuaciones preventivas y paliativas. Pero también deben actuar sobre los valores de la sociedad y el pensamiento. Hace 60 años la violencia de género se concebía como algo interno y propio del hogar, pero ya no se legitima esa violencia.
– ¿Guarda relación el urbanismo con los derechos de los ciudadanos?
– Hay que construir ciudades mayoritarias más que estéticas. Aunar a la población y generar espacios para que se relacione entre sí. Hacerles participar más allá de votar en una web. Son procesos difíciles, pero si las actuaciones tienen el respaldo de la ciudadanía serán más duraderas.
– ¿Se han respetado los derechos de los ciudadanos en España en este 2020?
– No. Este año se han limitado derechos como el de reunión, manifestación o movilidad. Sé que es difícil situarse en esta postura y tampoco creo que todo el mundo deba estar en la calle haciendo lo que quiera en esta situación, pero habría que abordarla de otra manera.