Las cinco haurreskolas municipales de Vitoria pasarán a manos del Gobierno vasco

Eso sí, el cambio de titularidad no será inminente ya que se trata de un proceso complejo y será más bien efectivo en el «medio plazo». La consejera de Educación Begoña Pedrosa explica en una comunicación remitida al Parlamento que recientemente «se han mantenido diversos contactos para proceder a intercambiar la información necesaria». En este sentido, también se está trabajando con la finalidad de «identificar las necesidades específicas de cada proceso de integración de la oferta educativa y para la planificación adecuada del mismo». Ni el Gobierno vasco ni el Ayuntamiento de Vitoria se atreven a dar plazos concretos sobre cuando será totalmente efectivo este cambio. Lo que sí revela Pedrosa es que además del Consistorio vitoriano también ha trasladado su voluntad de integración el Ayuntamiento de Valdegovía. La consejera aclara también que esto no se trata de un problema de financiación por parte de los Ayuntamientos sino que es «consecuencia de los preceptos de la normativa vigente».

En la actualidad, las haurreskolas municipales y las del Consorcio comparten muchas similitudes, tantas que hay familias que no son conscientes de a cuál de las dos instituciones pertenece la escuela infantil a la que llevan a sus hijos. Ambas son gratuitas y la matrícula se realiza de la misma manera, también son iguales los criterios de acceso. Sin embargo, sí que existen algunas diferencias que se notarán una vez se realice la integración. En el caso de las escuelas infantiles gestionadas por el Gobierno vasco el horario es algo más amplio ya que la entrada se puede realizar desde las 7.30 horas, mientras que en las municipales se abren las puertas a las 8.00 horas. Además las primeras ofrecen a mediodía una hora de servicio más que las gestionadas por el Ayuntamiento (hasta las 14.00 horas). En ambos casos eso sí hay también opción de horario de tarde para que los pequeños puedan permanecer allí hasta las 16.00 horas.

Más allá de este aspecto hay otro elemento diferenciador y al que algunas familias le otorgan mucha importancia: el comedor. Las haurreskolas de Educación no ofrecen este servicio aunque sí que existe la opción de que cada familia lleve la comida para sus hijos o si se ponen de acuerdo con otras familias contratar un servicio de catering «siempre y cuando sea viable». Por el contrario, las cinco escuelas infantiles municipales ofrecen servicio de comedor y todos los menús que se sirven están elaborados en las cocinas de los propios centros «por personal de cocina del Ayuntamiento, a partir de alimentos de temporada y, en su mayor parte, con certificación ecológica». Además, presumen de ofrecer a sus alumnos proyectos educativos creativos con experiencias artísticas y un «plan de coeducación».

Para este curso 2025-2026 la oferta entre ambas ha sido de 1.379 plazas, 379 de ellas en escuelas municipales. Desde su gratuidad en 2023 su demanda se ha disparado y en algunos casos las familias no han podido matricular a sus hijos en su primera opción, aunque el Ayuntamiento siempre ha defendido que en otras haurreskolas de la ciudad hay plazas libres. Donde más demanda hay es en las aulas de 0 años y en los barrios más jóvenes y por tanto con la tasas de natalidad más altas.

A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, en Vitoria la matriculación para las haurreskolas -ya sean municipales o del Gobierno vasco- se hace de la misma manera; en las oficinas de Atención Ciudadana de los centros cívicos, en la de la calle San Antonio o en la web municipal.

También los criterios para conseguir plaza son los mismos: lo que más puntúa es tener hermanos en el centro seguido de si ambos progenitores trabajan. También se tiene en cuenta la renta familiar, una posible diversidad funcional o los casos de violencia de género. Está por ver si estos criterios se modificarán con el cambio previsto.

El debate sobre la futura integración llegó al Parlamento vasco el pasado mes de abril de la mano de Sumar, que presentó una proposición no de ley que salió adelante con el apoyo del PNV y el PSE y la oposición de EH Bildu, PP y VOX. Se acordó realizar este cambio para «ampliar el servicio público, gratuito, de calidad, y universal en el primer ciclo de Educación Infantil» siempre teniendo en cuenta «la situación laboral del personal que trabaja en dichos centros». La duda de cara al futuro está en cómo afectará el descenso de la natalidad a las escuelas infantiles, la última pública que se cerró en Vitoria fue Txantxangorri en 2022.