Uno de cada cinco contribuyentes alaveses aún hace la declaración en ventanilla
Cerca de 39.000 ciudadanos han necesitado atención presencial para confeccionar su IRPF, lo que evidencia su necesidad
La atención presencial en la campaña de la Renta sigue siendo imprescindible. Ni las medidas 'anti covid' ni unos programas informáticos cada vez más intuitivos ... han ahuyentado a los alaveses de las oficinas que Hacienda tiene en Vitoria, Llodio y Laguardia. Según datos a los que ha tenido acceso EL CORREO, una de cada cinco contribuciones han necesitado la intervención y asesoramiento de los técnicos del Fisco Foral. Unos datos que refuerzan la posición de la Diputación de Álava frente a sus colegas de Bizkaia, donde hubo que recular sobre la marcha como consecuencia de las múltiples quejas que se acumularon después de que se restringiera la atención presencial a unos casos muy concretos.
Así, alrededor de 39.000 alaveses recurrieron a la ventanilla hasta que el día 16 se bajó el 'telón' del IRPF. Y eso que el Departamento foral de Hacienda, que dirige Itziar Gonzalo, también había limitado el servicio, aunque no tanto como en Bizkaia. Se decidió impedir que acudiesen aquellas personas que en 2020 vendieron participaciones de sociedades mercantiles no cotizadas, obtuvieron rendimientos de capital inmobiliario procedentes del alquiler de lonjas o apartamentos turísticos y disfrutaron de rentas superiores a 80.000 euros; estos se sumaban a quienes vendieron su vivienda habitual o realizaron más de tres operaciones de venta de inmuebles y acciones. ¿Por qué? La complejidad de sus declaraciones del IRPF habitualmente obliga a dedicarles más tiempo del reservado automáticamente en la Hacienda foral. Por lo tanto, estas personas se vieron abocadas a recurrir a asesorías, gestorías y entidades adheridas, aunque las más atrevidas optaron por hacerlo a través de internet (el denominado sistema Rentared).
De esta manera, la mayoría de quienes han acudido con cita previa a las oficinas del fisco alavés durante los últimos meses son contribuyentes que recibieron la declaración preconfeccionada (Rentafácil) en su buzón y no estaban de acuerdo con su resultado, pero también había contribuyentes que no la recibieron y no formaban parte de esos casos excluidos.
Bizkaia reculó y recuperó el servicio de ventanilla tras haberlo restringido a casos determinados
con la campaña en marcha
Facilitar trámites
El Departamento de Hacienda, como apuntó la diputada en la comisión de las Juntas Generales, no contempla la posibilidad de eliminar el servicio presencial en un futuro cercano, aunque poco a poco se va a intentar que cada vez menos personas recurran a éste. Una medida que responde a motivos sanitarios, pero también para caminar hacia la modernización de la administración. Para ello, en esta campaña se hizo un esfuerzo especial y el 72% de quienes tributan el IRPF en Álava recibieron el resultado en casa a través de Rentafácil. Fueron 132.860 contribuyentes, 10.500 más que el ejercicio anterior.
Se ha trabajado para facilitar los trámites a través de internet y, por esa razón, se proporcionaron códigos de activación de claves digitales como BAK. De hecho, a muchos de los que recibieron la carta de Hacienda les picó la curiosidad, ya que sólo se incluía el resultado final por motivos de protección de datos, y acabaron conectándose a la Red para comprobar si el cálculo era correcto. También cabía la posibilidad de reclamar el borrador completo a través de teléfono.
El objetivo que nadie esconde es que la gente pierda el miedo a relacionarse con la administración por medios telemáticos. La experiencia de la campaña de la Renta en Bizkaia y los datos de citas presenciales en Álava, sin embargo, demuestran que no todo el mundo está preparado.
LA CLAVE
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132.860 declaraciones se buzonearon. Es decir, le llegó al 72% de quienes tributan en Álava.
La inteligencia artificial a la búsqueda del fraude fiscal
Esa inteligencia artificial de la que tanto se ha hablado esta semana en Álava, tras conocer la llegada de un centro puntero a Laguardia, es uno de los mecanismos que el Departamento de Hacienda emplea para detectar el fraude entre los contribuyentes. Unos programas que conocen los subterfugios que usa la gente y que están programados para detectar cualquier caso bajo sospecha. Un sistema que lleva en funcionamiento desde hace años en la administración territorial y que también incluye un sistema de redes de relación que puede ser fuente extra de información.
Esta aplicación de la inteligencia artificial ayuda a determinar sobre quién hay que colocar la 'lupa', aunque luego serán los inspectores del Departamento foral de Hacienda quienes finalmente determinen si existe algún tipo de fraude.
Una herramienta con la que se busca reducir al máximo estas malas prácticas y persuadir al resto para que no caiga en la tentación.
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