El conflicto del transporte escolar se deja sentir en Álava: «Hemos venido antes para evitar el caos de coches»
Cientos de familias se ven obligadas a reorganizar su mañana para llevar a los escolares a los centros ante la falta de autobuses
J. A. Goitia | E. Jiménez | M. Peciña | J.M. Navarro
Lunes, 11 de septiembre 2023, 09:05
El conflicto del transporte escolar de los centros públicos sigue alterando las primeras jornadas del curso escolar 2023-2024. En el tercer día de clase, las empresas de transporte han vuelto a eludir la presión de Educación, han mantenido su pulso con el Gobierno vasco y hoy, lunes, no tienen intención de prestar mayoritariamente el servicio de autobús. Las compañías continúan así con su negativa a trasladar a los estudiantes ante la falta, consideran, de unas condiciones razonables para ello. Los transportistas han hecho oídos sordos a las peticiones del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, de «reconsiderar» su postura y sacar los autocares.
En Álava, la decisión sigue afectando sobre todo a escolares de la zona rural. Muchos padres siguen con dudas y no saben si acercar a sus hijos a las paradas de autobús, llevarlos al cole por su cuenta o dejarles en casa. Ante la noticia de que este lunes tampoco van a circular la mayoría de los autocares, cientos de familias se han visto obligadas a reorganizar su mañana para llevar a los escolares a los centros ante la falta de autobuses. Compartimos, a continuación, diversos testimonios de familias y centros afectados por este conflicto.
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Keltse Molinuevo Ikastola Etxaurren
«Teníamos claro que no la íbamos a traer de ninguna de las formas»
A Keltse el plante de las compañías de transporte escolar le ha afectado por partida doble. Es andereño de la ikastola y, además, madre de una alumna. «Me he tenido que organizar dejando con los aitites porque teníamos claro que no la íbamos a traer de ninguna de las formas», destaca. «No tengo ni idea de cómo va a acabar esto, pero no podemos estar todos los años a expensas de lo que ocurra», explica la madre sobre la posible resolución del conflicto. En la misma línea se expresa Gorka Aretxabala, muy molesto con la falta de transporte escolar. «Nos solidarizamos con la situación», asegura. Por su parte, Modesto Marín, secretario del Ampa, que trabaja en Leioa y se vio obligado a dejar a sus hijas en casa con otras personas. «Nos hemos tenido que apoyar en la familia». Informa Marta Peciña
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Marta Garayalde Ikastola Ikasbidea de Durana
«Estamos todo el día pegados al móvil por si hay novedades»
Primer lunes del curso escolar y tercer día de carreras desde primera hora para llevar en coche a los hijos al colegio. «Nuestra hija venía en autobús, pero ahora tenemos que organizarnos para traerla en coche y seguido ir a trabajar», explica Marta Garayalde, a las puertas de la ikastola Ikasbidea de Durana. «No hay derecho a estar así. Y miedo nos da que nos quieran dejar así durante mucho tiempo...», teme esta madre. Por ello, anhelan que pronto llegue alguna buena noticia. «Nos pegamos todo el día pegados al móvil para ver si hay novedades respecto al transporte escolar y se soluciona el problema». Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.
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Olatz Miranda Ikastola Ikasbidea de Durana
«Una amiga me ha pedido que traiga a su hija»
Los grupos de WhatsApp de padres y madres se han convertido en todo un aliado. Quienes no pueden traer a sus hijos preguntan si alguien podría hacerles el favor. Una cadena de ayuda con la que evitar que los alumnos falten a clase. «Una amiga me ha pedido a ver si podría traerle a su hija. Hay más gente así, entre nosotros nos ayudamos», comenta Olatz Miranda, mientras acompaña a su hija hasta la puerta de la ikastola Ikasbidea de Durana. «La dirección nos lo ha explicado todo muy bien, les dejamos aquí y unos monitores vienen a recogerles. Pero los chavales no entienden por qué no vienen en autobús con el resto de compañeros», confiesa, antes de correr de vuelta al coche para ir al trabajo. «Llego tarde». Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.
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Ikastola Etxaurren (Ayala)
Solo 32 alumnos de sus más de 200 acuden a clase
En la Ikastola Etxaurren solo han llegado a clase 32 alumnos (4 de infantil y 28 de primaria) de los 238 matriculados en el centro. La mayoría llegan de Ayala y Okondo a esta ikastola que se encuentra en una zona muy dispera, por lo que la totalidad del alumnado llega en transporte escolar. El centro cuenta con ocho líneas de autobús para recoger a los más pequeños y solo una está funcionando. Ha llevado cuatro pequeños de los 40 que son transportados habitualmente.
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Monitora de autobús Compañía Herrera
«Hemos tenido incertidumbre hasta el último momento»
En la ikastola Adurtza, en Vitoria, pasadas las nueve de la mañana han comenzado a llegar algunos estudiantes en transporte. En concreto, la compañía Herrera desplaza desde Fuidio (Treviño) a ocho escolares. «Nosotros no hemos tenido problemas, pero el jueves, antes tuvimos incertidumbre hasta el último momento, comenta la monitora del autobús.
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AMPA de la ikastola Etxaurren Comarca de Aiaraldea
Se mantiene la huelga de asistencia
El caso de la ikastola Etxaurren de Aiaraldea es singular. Todos sus alumnos, cerca de 240, llegan al centro en transporte escolar. Los padres y madres de esta ikastola, que da servicio a la comarca de Aiaraldea, han decidido no llevar hoy a sus hijos a clase, en señal de protesta, al considerar que se trata de un conflicto que debería haberse resuelto «antes del comienzo del curso escolar». En un comunicado, desde la AMPA se recuerda que, dado que durante este fin de semana no se ha alcanzado un acuerdo entre Educación y las compañías, se mantienen las movilizaciones propuestas el pasado viernes. «De este modo, este 11 de septiembre se secundará la huelga de asistencia al centro por todas aquellas familias que haciendo un sobreesfuerzo puedan organizar el día dejando a sus hijos e hijas en casa», señalan. «Desde la AMPA se es consciente de que, para muchas, aun estando de acuerdo con la protesta, no será viable organizarse y dejar a los niños y niñas en casa, por la imposibilidad de conciliación laboral-familiar. Estas últimas harán el esfuerzo de transportar a sus hijos e hijas en coche hasta la ikastola, a bastantes kilómetros de distancia de sus casas», insisten.
De cara a este martes, 12 de septiembre, el colectivo de padres y madres apunta las familias transportarán a sus hijos hasta el centro. «Y, todos juntos, desde la pista existente en la parte trasera de la ikastola, irán al centro a pie, movilizándose por la carretera, para visibilizar lo que supone estar en esta situación y reivindicar a las partes implicadas una solución inmediata. La asociación de madres y padres se reunirá este mismo día nuevamente en asamblea extraordinaria para valorar si mantienen las movilizaciones».
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Mikel Polo Ikastola Adurtza (Vitoria)
«Tendría que alquilar un autobús y pasarle la factura al Gobierno vasco»
A Mikel Polo no le ha dado tiempo esta mañana a terminar sus labores en el campo. «Iba a llevar el tractor a Alegría, pero no me ha dado tiempo ni a cambiarme», asegura este padre, uno de los afectados por la única línea que no funciona en la Ikastola Adurtza, de la empresa Cuadra y que recorre varios núcleos como Ullíbarri de los Olleros, Gamiz, Arkaia u Okina, de donde viene él a por los pequeños Harri, Lur y Eki. En esa línea hay afectados «19 críos» según detalla Ana, monitora de ese autobús y que, pese a que la empresa no presta servicio, sí se ve obligada a venir «a llamar a mi jefa para decirle que el autobús no viene». Polo, por su parte, tiene que pensar esta tarde si viene o no mañana a la ikastola. «Es que esto les rompe el periodo de adaptación. En el bus se van tranquilo, aquí los chicos se quedan llorando», lamenta. Cuando se le pregunta por las ayudas, es tajante: «Tendría que alquilar un autobús y pasarle la factura al Gobierno vasco».
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Iratxe Nieve Ikasbidea (Durana)
«Hoy no nos la hemos querido jugar y hemos venido en coche, y antes para llegar a tiempo»
«Vivimos al día, sin saber qué pasará mañana», resume Iratxe Nieve, sobre la situación que viven las familias de la ikastola Ikasbidea de Durana a raíz del plantón del transporte escolar. «El primer día estuvieron esperando en la parada. Una madre recogió a los chavales y les trajo en furgoneta. Hoy no nos la hemos querido jugar y hemos venido en coche, y antes para llegar a tiempo», comenta esta vecina de Legutio, antes de poner rumbo a sus ocupaciones laborales. «Trabajo en Gamarra, no me requiere desviarme, pero sí te altera la mañana». Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.
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Noelia Antolín Directora de la ikastola Etxaurren
«Estamos a la espera»
Poco después de las ocho de esta mañana, Noelia Antolín, directora de la ikastola Etxaurren, de la comarca de Aiaraldea, aguardaba acontecimientos. «En este momento, estamos a la espera. Normalmente, los alumnos que vienen en autobús o con sus padres llegan a las 9 o 9.05 horas. Realmente no sabemos nada. Estamos con las noticias del viernes. Sabemos que algunas familias mandarán a los niños a clase por la situación personal que tienen, ya que conciliar la vida laboral y educativa es un poco difícil. Tampoco sabemos si el único autobús que tenemos funcionando las familias se van a solidarizar», ha explicado a EL CORREO.
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Ainara Fernández Ikasbidea (Durana)
«Hemos venido antes para evitar el caos de coches»
Ainara Fernández ha tenido que pedir de nuevo en el trabajo poder entrar más tarde para traer a su hija a la ikastola Ikasbidea de Durana. «Alteras horarios, algunos piden favores a otros padres para que les traigan los hijos, gastas gasolina...», comenta sobre los perjuicios que el plantón del transporte escolar está causando en las familias. «Hemos venido antes para evitar el caos de coches», abunda, sobre las caravanas que se forman. «Queremos una solución cuanto antes», reclama, tras estos primeros compases del curso marcado por el ajuste de agendas y viajes en coche. Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.
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Sergio Redondo Ikasbidea (Durana)
«Si no le recoge el autobús no nos queda otra que venir nosotros. Y esto nos altera la mañana»
Es la consecuencia más directa del paro en el transporte escolar: «Llego 15 minutos tarde al trabajo», apunta Sergio Redondo. «Si no le recoge el autobús no nos queda otra que venir nosotros. Y esto nos altera la mañana», confiesa, tras llegar a la ikastola Ikasbidea de Durana. «El otro día el contratiempo fue importante, porque era el primer día y todo te resulta nuevo; hoy ya más o menos dominas la situación». No obstante, urge un acuerdo. «No se puede estar así. El día anterior no sabes si vas a tener que traer a tu hijo al colegio o no y eso requiere de una previsión». Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.
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Gorka Irazu Ikasbidea (Durana)
«No sé cuánto podremos aguantar así»
«No sé cuánto podremos aguantar así», advierte Gorka Irazu. El plantón del transporte escolar ha causado «un desbarajuste» en las familias, también en parte de las de la ikastola Ikasbidea de Durana. «El primer día de clase mi hijo no vino porque cuando fuimos a la marquesina el autobús no vino y para dos horas era inviable ir y volver a la carrera. Tuve que pedir a los jefes trabajar ese día desde casa». Hoy ya le ha traído a clase, pero esto les ha obligado a entrar más tarde. «Suerte que tengo horario flexible, pero no todos pueden. El otro día tuvimos un cumpleaños y entre los padres hablamos del tema. En algunas familias es inviable porque los dos están en el trabajo, algunos recurren a los abuelos o incluso al taxi. ¿Qué solución nos dan?», pregunta. Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.
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Hernán Ruiz Ikasbidea (Durana)
«Te adaptas como puedes»
El plantón del transporte escolar está obligando a las familias a hacer mucho más que un sobreesfuerzo. Hernán Ruiz expone su laboriosa rutina: «Traigo desde el centro de Vitoria en coche a mi hijo, luego llevo el coche al trabajo de mi mujer para que ella pueda venir a las 15.00 horas a recogerle. Y entonces cojo desde allí un autobús para ir a mí trabajo. Y así ya tres días. Te adaptas como puedes, malamente», confiesa este padre, a las puertas de la ikastola Ikasbidea de Durana, aún sin saber si mañana se despertarán con la vuelta a la normalidad. «Vivimos en una constante incertidumbre: ¿mañana tendremos autobús?», se cuestiona. El daño más directo es a los padres y madres, pero también a los estudiantes. «A mi hijo le apetecía venir en autobús por poder juntarse y estar con sus amigos. Esperamos una solución pronto». Informa Jon Ander Goitia. Fotografía Rafa Gutiérrez.