Barrios de Vitoria

El Casco Viejo de Vitoria pide mano dura contra la suciedad

Los vecinos plantean dos líneas de actuación. A corto plazo, la puesta en marcha de una campaña de sensibilización: piden buzonear puerta a puerta las normas del correcto uso de los contenedores de recogida neumática y que se peguen pegatinas en los propios recipientes con las normas y un teléfono de contacto para avisar en caso de avería.

«Algunos vecinos puede que no conozcan cómo han de utilizarlos o de la existencia del servicio VGarbi para que se encarguen de retirar los enseres voluminosos». Y es que, en la parte antigua de la ciudad «existe una alta rotación de vecinos, por lo que cada vez que entran unos nuevos retiran muchos muebles o colchones que se quedan en la calle», cuentan en Gasteiz Txiki.

Apuestan por esta vía para tratar de reconducir la situación. Pero en caso de que no surta efecto, reclaman al Ayuntamiento que actúe con «mano dura» contra quienes incumplen las normas para atajar de raíz la suciedad. Y con mayor atención en las zonas tensionadas, donde es habitual encontrarse apiladas varias bolsas de basura alrededor de los contenedores, provocando la aparición de roedores.

Los vecinos reclaman, además, más empatía y educación a los ciudadanos que alternan de noche en calles como Cuchillería o Pintorería. «El día después nos despertamos con restos de vasos de cristal por el suelo y orines por las paredes», denuncian. Sin contar cuando los daños se centran en el mobiliario público. Hace algo más de un mes un árbol amaneció partido por la mitad, una señal doblada y un bolardo arrancado de cuajo.

La reclamación vecinal cuenta con el apoyo de los hosteleros del Casco Viejo. «Hace falta buscar soluciones a las montañas de basura que se generan. A veces somos nosotros los que dejamos fuera las bolsas, pero porque no funciona el servicio», apuntaron desde Kutxiko Taskeroak en el último auzogune de Aldabe -reunión vecinal-, a la vez que tendían la mano en la búsqueda de una solución. «Somos los primeros interesados en que haya una convivencia con los vecinos, quienes también son clientes».

Los vecinos han planteado también la posibilidad de modificar el funcionamiento del VGarbi. Se trata de un servicio municipal para la recogida de los enseres voluminosos en la hora y lugar acordado. «Queremos que se estudie la posibilidad de suprimir los jueves y los viernes como día de recogida. Para la gente que sale de fiesta no hay mejor juguete que encontrarse una nevera o un colchón tirado en la calle».

Resto de la ciudad

La falta de limpieza no es exclusiva de la 'almendra'. Desde la FAVA (Federación de Asociaciones de Vecinos de Vitoria y Álava) han alertado en reiteradas ocasiones del empeoramiento del servicio. «La limpieza deja mucho que desear», inciden. Marcan varios puntos en el mapa, desde el norte hasta el sur. Y desde parques hasta aceras o zonas verdes.

En Zabalgana, el río Perretxin se ha convertido en un foco de restos de plásticos, botellas e incluso bolardos. Cabe recordar el día que unos vecinos retiraron a título particular 45 kilos de restos en un tramo de solo 100 metros. Algo parecido pasa en solares vacíos de Salburua o Goikolarra.

En El Batán, la zona más tensionada está en el Monte de laTortilla. En Judimendi, el problema con las bolsas de basura se ha agudizado tras la reorganización de los contenedores, que derivó en la «aparición de ratas y cucarachas». Y en Sansomendi, a todo eso suman también el abandono de los enseres voluminosos en la vía pública. El caso más sonoro es el del polígono de empresas de Ali, a escasos 100 metros del garbigune, donde particulares y empresas tiran muebles y electrodomésticos. Un dato: la mitad de las 7.463 denuncias que VGarbi recibió el año pasado en toda Vitoria fue por este motivo.