La Casa Alfaro supera su último escollo y las obras del hotel boutique podrán arrancar en un año
El Gobierno Local contesta a la única alegación presentada a la reordenación de la parcela y el promotor anuncia que estudia añadir apartamentos
Después de seis años al fin parece que la reconversión de la maltrecha Casa Alfaro en un hotel boutique en el corazon de la ciudad salva hoy su último obstáculo urbanístico. La Junta de Gobierno Local que integran el PSE-PNV dará el visto bueno definitivo al plan especial que reordena la parcela de la calle Manuel Iradier y permite que junto al palacete puedan levantarse dos edificaciones. Después de haber estado expuesto, Urbanismo ha recibido una alegación que ha contestado favorablemente sin que ello afecte al proyecto, según han confirmado portavoces municipales. Así, el cambio quedará definitivamente aprobado en el pleno de noviembre, lo que desencalla el futuro de un edificio que forma parte del patrimonio histórico de la ciudad y que está en la lista roja de Hispania Nostra.
El plan especial de reordenación de la manzana recalifica este espacio para su uso terciario y de oficinas, permite la construcción de dos edificios contiguos en un lateral y en la trasera del inmueble tal y como solicita desde hace años el grupo inversor Iradier Gardens; el promotor que intenta desde 2019 salvar la casa y darle un novedoso uso hotelero. Las fachadas del emblemático y protegido palacete serán conservadas, que es precisamente la cuestión que ha hecho muy complicado intervenir en el solar debido a las restricciones de las diferentes leyes patrimoniales.
Tal y como adelantó en abril la caldesa Maider Etxebarria, el cambio da luz verde a la recuperación de la Casa Alfaro y su entorno al permitir a los promotores aprovechar al máximo la edificabilidad de la parcela de 3.000 metros cuadrados. El edificio catalogado tiene 720 metros cuadrados y el resto, ahora ocupado por un maltrecho frontón y descuidados jardines, se va a repartir en dos volúmenes de nueva construcción en sus flancos norte y este.
Con restaurante de prestigio
Uno de ellos, junto a Manuel Iradier número 7, alcanzará las seis alturas y será el que concentre la edificabilidad. El módulo trasero, de menor altura, podría albergar oficinas. Si todo marcha como hasta ahora el dibujo final estará listo para la primavera de 2026. Según ha explicado a El CORREO Juanjo Gracia, la idea es que la casa noble mantenga incluso hasta la imagen de la cubierta, aunque ésta se renovará por completo al estar prácticamente destrozada. La recepción al hotel está prevista en el módulo de seis plantas, desde donde se accederá también al restaurante. El grupo Bocca, que ha alcanzado gran prestigio desde sus fogones en Miranda, sigue interesado en el proyecto pese a las dilaciones.
Así el paso del tiempo también hace que los promotores se replanteen su contenido. La última idea que barajaban era la de gestionar 30 suites, pero el turismo cambia y van a estudiar si parte de los alojamientos podrían ser apartamentos. «Hay un interés que va más allá de la habitación normal, de personas que buscan teletrabajar de manera más cómoda, tener una pequeña sala...». Ha habido cambios, ha pasado por medio un pandemia, pero lo que sigue igual, lamenta el empresario, es que Vitoria singe sin TAV. «Eso reposicionaría completamente todo el sector hotelero en Vitoria».
Si todo va bien, presentarán el proyecto constructivo al Ayuntamiento para la primavera y, si obtiene licencia la obras empezará en un año y el hotel podría ser una realidad en 2029. «Diez años después de comprarlo, diez años de lucha».
Ahora el plan especial tendrá que ser refrendado en el Ayuntamiento. Además del equipo de Gobierno PSE-PNV, el PP siempre ha apostado por dar una nueva vida al emblemático edificio.