Bildu pide «un rumbo progresista» mientras el PP censura el «basurazo» y Elkarrekin ve «falta de ambición»

A ese respecto, el grupo que encabeza Rocío Vitero ha querido poner en valor que el incremento del 3,5% en el proyecto presupuestario «se debe prácticamente en su totalidad» a dicho pacto fiscal, lo que «permitirá no congelar o reducir el presupuesto». Tampoco hay que olvidar que los soberanistas ya consensuaron con socialistas y jeltzales las cuentas municipales del año pasado. La fumata blanca en Vitoria, por tanto, podría estar cerca. El grupo que encabeza Rocío Vitero mostró su voluntad de «analizar, dialogar y negociar» el plan económico. Abogan por estudiar «en profundidad» el proyecto y «trabajar de manera discreta con el fin de lograr un acuerdo con el que gane la ciudadanía».

Con todo, Vitero insistió en que los presupuestos «deben ofrecer un rumbo en clave progresista con proyectos transformadores y de avance en derechos y servicios». El pacto presupuestario del pasado curso entre el Gobierno municipal y los independentistas se ha traducido en distintas iniciativas desplegadas a lo largo del presente ejercicio. Entre ellas, el programa para subvencionar con hasta 500 euros el alquiler de locales vacíos con el objetivo de revitalizar el centro de la capital. Unas ayudas que han animado a 26 vitorianos a abrir tienda en la 'almendra' medieval y en el Ensanche.

Dentro de la alianza presupuestaria entre la coalición abertzale y el Ejecutivo local se han impulsado también medidas en materia de empleo, como las subvenciones a constructoras para contratar a 25 personas desempleadas ante la falta de mano de obra cualificada. Que Vitoria recupere el verano que viene las bicicletas de alquiler con 50 unidades eléctricas también es fruto del mismo acuerdo presupuestario. Todo ello ha permitido a la coalición intervenir en la acción del Gobierno local. En ese sentido, desde la coalición se «confía en que los presupuestos para el 2025 puedan ayudar a profundizar en los proyectos y políticas puestas en marcha a lo largo del este año».

Bastante alejado de un eventual pacto presupuestario en Vitoria parece el Partido Popular. La formación no ahorró en críticas hacia el plan económico del Gabinete Etxebarria. «Este va a ser el presupuesto de la subida de impuestos y el 'basurazo' que impactará de lleno en las familias, mientras no vemos que se mejoren los servicios públicos», censuró su portavoz, Iñaki García Calvo. Con esas manifestaciones se refirió al severo encarecimiento que experimentará en 2025 el recibo por la recogida de basuras.

El plan económico del Ejecutivo municipal, lamentó el representante conservador, «a pesar ser el más alto de la historia, es más de lo mismo, en Vitoria persisten las mismas problemáticas de hace una década». «Vitoria está estancada, se ha quedado atrás, no avanza, faltan oportunidades, no hay crecimiento económico, faltan proyectos transformadores y PSOE y PNV nos siguen llevando a más decadencia», reprochó.

Cabe recordar que el PP selló varios pactos con el Ejecutivo local en el inicio de la legislatura, entre ellos uno para recuperar las ayudas a la rehabilitación de viviendas y otro para renovar la flota de Tuvisa. Aunque la formación no se cierra al diálogo, exige «un cambio de modelo» para lograr una Vitoria «que sea relevante y competitiva». Algo que, hoy por hoy, no parece muy probable, especialmente ante el acercamiento del Gobierno municipal y los soberanistas. «La alcaldesa tiene que decidir si continúa eligiendo a EH Bildu como su socio preferente o apuesta por un modelo distinto y transformador que ofrezca soluciones para la Vitoria del futuro», incidió García Calvo.

«Mejorable». Es la discreta valoración de Elkarrekin Podemos sobre el proyecto de cuentas del Gobierno. Así que por ahora no se aprecian grandes signos de acercamiento entre ambos. Los morados criticaron que el incremento del 3,5 % «deja poco margen de actuación». «Nos encontramos ante unas cuentas continuistas que no se adaptan a los tiempos cambiantes que vivimos y no buscan soluciones a problemas de primer orden», lamentó su portavoz, Garbiñe Ruiz.

Según censuró, el plan económico es «mejorable sobre todo en el eje social de protección y atención especialmente a las personas más vulnerables, a mayores e infancia, y en el eje de sostenibilidad, en el que echamos en falta más ambición».