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El centro de Vitoria se echa a bailar
La ciudad celebra el Día Internacional de la Danza con exhibiciones de ballet, baile oriental y flamenco en la plaza de España
Ania Ibañez
Domingo, 11 de mayo 2025, 14:50
Vitoria ha tenido que esperar para echarse a bailar. El Día Internacional de la Danza se conmemoró el 29 de abril, pero Álava estaba de ' ... macropuente' y este domingo ha sido cuando se ha celebrado la 'fiesta' en que 23 centros y academias locales desplegaron su arte sobre el escenario de la plaza de España. El público pudo disfrutar del ballet más clásico y las danzas vascas, pero también de estilos más contemporáneos como la fusión oriental o el 'hip hop'. Un espectáculo de la mano de más de 600 bailarines que demostraron su ritmo.
El evento arrancó por la mañana en plena plaza cuando los alumnos del Conservatorio José Uruñuela y el Estudio de Danza Sofía Abaitua demostraron sus dotes con la barra en una exhibición de ballet. Bailarinas como Nora, de 15 años, tomaron la improvisada pista con nervios e ilusión. «No es habitual bailar con público», explicaba la joven. «Así se ve tu trabajo y esfuerzo». Su compañera Aitana, de la misma edad, subía con prisa al escenario porque le tocaba abrir el evento sobre el escenario. «Es un regalo», comentaba, mientras se deshacía de la camisa para quedarse tan sólo en maillot. «Inaugurar este día es muy especial», destacaba.
Entre bambalinas se percibían los nervios, con los protagonistas preparándose para bailar con cambios de ropa y últimos retoques. Alberto se desprendía de la chaqueta pocos segundos antes de entrar en escena junto a sus colegas de la Asociación Síndrome de Down Isabel Orbe. Interpretaron 'la luz de las luciérnagas'. Su compañera Marta era la encargada de dar vida a este luminoso insecto y su felicidad era visible. «Lo mejor de bailar es hacerlo junto a mis amigos y sentirme libre», admitió.
Novedades y contratiempos
La Agrupación Sarasvati fue la siguiente y suscitaron más de un gesto de sorpresa entre el público al ver la imponente barriga de ocho meses de Nerea, una de las bailarinas. «Esto es energía pura y vida», expresó la simpática embarazada sobre la danza oriental, «estás con tus amigas y mueves el cuerpo. Es felicidad». Tanto el anterior periodo de gestación como éste no han sido impedimento para seguir bailando, aunque sí han servido para que su primera hija ame este arte.
Una de las novedades en esta edición fue la participación de la asociación de personas con discapacidad Eginaren Eginez. Mientras adornaban sus sillas de ruedas motorizadas, Carolina agradecía la invitación del José Uruñuela por sentir que «nos tienen en cuenta». «Significa mucho porque somos un colectivo que siempre ha estado invisibilizado», concluyó antes de demostrar su talento.
Aunque la exhibición tuvo unos cuantos contratiempos, como una espontánea en plena coreografía, un collar perdido en el escenario o una ambulancia que cruzó la plaza para atender a una señora, esta celebración del arte y la danza volvió a ser todo un éxito en el centro de la ciudad.
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