Blanca Castillo

El Ayuntamiento de Vitoria cuenta con «aval técnico» para quitar un carril al BEI en la zona Sur

El bus mantendría su velocidad actual en una sola vía. El Consistorio contratará un proyecto para cifrar su coste, que prevé «asumible»

Domingo, 25 de febrero 2024, 01:16

La solución de quitar un carril al BEI en el Paseo de la Zumaquera y Salvatierrabide para dárselo a los coches «es posible y económicamente ... viable». Así lo asegura el concejal de Tráfico, Iñaki Gurtubai (PNV), a EL CORREO. La inesperada propuesta que lanzó el equipo de gobierno al comienzo de la legislatura para desahogar el tráfico de la zona Sur, agravado con el despliegue del bus eléctrico en los tres últimos años, cuenta con «aval técnico» y sólo debe «definirse en un proyecto concreto» para su ejecución. Ese es, de hecho, el último paso para que el Consistorio dé luz verde al primer gran cambio en el proyecto estrella de la pasada legislatura.

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El Ayuntamiento asegura que cuenta con el respaldo de «técnicos expertos en movilidad» para garantizar que la eliminación de un carril es factible tanto en el eje del Sur como en la calle Leandro de Viana, en el entorno del Hospital Txagorritxu. Esto implica que la modificación respetará los tiempos y frecuencias actuales del BEI a pesar de la pérdida de espacio físico. Al mismo tiempo, permite que el autobús circule en ambos sentidos sin obligarle a parar o provocar desajustes en su prioridad.

Es decir, funcionaría de una forma similar a la que emplea el tranvía en los tramos de una sola vía. Ese encaje era precisamente la principal condición que puso el equipo de gobierno (PSE-PNV) municipal y los grupos de la oposición que defienden la infraestructura (EH Bildu y Elkarrekin Podemos) para explorar esta solución y evitar así una pérdida de atractivo para los usuarios del BEI. El Consistorio entiende que habría supuesto un choque frontal con el objetivo esencial de su implantación, ya que buscaba una mayor competitividad del transporte público para lograr un aumento de usuarios.

16,5

millones de viajeros registró Tuvisa en todo 2023, su récord hasta ahora. Uno de cada cinco viajes se hace en el BEI, que aventaja en 1,6 millones los usuarios de la antigua línea 2 (Periférica).

«Lo importante es mantener la velocidad comercial en un único hilo para aligerar el tráfico, y tenemos técnicos que nos aseguran que es factible», abunda Gurtubai. El segundo requisito para sacar adelante el proyecto es que el presupuesto no se dispare, y menos con la auditoría del interventor, que arrojó un gasto total de 61 millones del BEI (57,4 millones sólo en la inversión) todavía reciente. En este sentido, el Ayuntamiento afirma, en base a los mismos expertos, que será una factura «asumible», al tratarse sobre todo de cambios en la señalización y marcas de pintura de la calzada.

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No obstante, el Gabinete Etxebarria sacará en breve a contratación un último estudio para definir las actuaciones y el coste exacto de la eliminación del carril. Sobre todo, para aplicar la medida en base a un documento tangible y de amplio respaldo desde el punto de vista técnico y político. «Ese será el momento de tomar la decisión definitiva», subraya Gurtubai. Fuentes municipales confían en licitar ese proyecto (en principio no será un contrato menor por su cuantía) «en breve», una vez que el Presupuesto municipal fue aprobado a finales del pasado enero.

Los expertos consultados por el Ayuntamiento aseguran que el BEI mantendría su velocidad en un solo carril, al igual que el tranvía. Tampoco perdería su prioridad semafórica.

Sin desajustes en frecuencias ni servicios

Ese último análisis, sin embargo, no sólo arrojará el coste exacto del proyecto, sino que deberá definir la solución a varios aspectos técnicos del trazado. Por ejemplo, la reubicación de algunas paradas en el tramo en que se eliminaría un carril, ya que dejaría de tener utilidad en su ubicación actual al estrecharse el recorrido del BEI.

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Al margen del coste en la señalización y las marcas de pintura, esa modificación de las marquesinas podría suponer la mayor «dificultad técnica» y un posible hándicap económico. De hecho, el coste de las estaciones que el BEI tiene repartidas de la ciudad era incluso superior al de los propios vehículos. Cabe recordar que se trata de paradas similares a las del tranvía, con una altura determinada para el acceso al autobús y las canceladoras de los billetes en el exterior. En cualquier caso, el concejal de Tráfico avanza que con los datos recabados hasta ahora «no tiene por qué ser una inversión descabellada». Al mismo tiempo, el proyecto que saldrá a contratación en los próximos meses concretará los plazos de la eventual medida.

También un carril bici

El espacio liberado por la eliminación de un carril al BEI sería superior al de una vía para la calzada. En este sentido, el Consistorio sopesa la opción de agregar un carril bici a modo de compensación tras devolver parte del terreno al vehículo privado. En todo caso, las medidas concretas se definirán en el proyecto que el Ayuntamiento sacará a contratación en los próximos meses.

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El posible estrechamiento de la vía del BEI en el Paseo de la Zumaquera y Salvatierrabide persigue aligerar el tráfico en la zona Sur de Vitoria, que figura entre los puntos de mayor saturación de la ciudad. De hecho, su congestión resucitó el debate de una nueva carretera en el Sur y marcó buena parte de la campaña electoral municipal de 2023.

61

millones de euros ha costado el BEI hasta ahora según el interventor. De esa cuantía, 57,4 millones corresponden sólo al capítulo de inversión.

La 'devolución' de un carril del Paseo de la Zumaquera, Salvatierrabide y Leandro de Viana al vehículo privado forma parte de las medidas para mejorar el tráfico del Sur. Según un informe municipal, los últimos cambios han mejorado la fluidez un 18%.

Otra medida para aligerar el tráfico

No obstante, según un reciente estudio municipal, los tiempos para atravesar ese entorno desde Esmaltaciones hasta la calle Tanis Aguirrebengoa se han reducido «en un 18%» con las medidas introducidas en el último año, al pasar de algo más de seis minutos a cinco. Eso sí, se trata del tiempo medio de lunes a viernes entre las 6.00 y las 22.00 horas, un espacio de tiempo bastante amplio. Por otro lado, completar el trayecto inverso requiere cerca de siete minutos, ya que en ese tramo apenas se ha intervenido más allá de algunas «regulaciones semafóricas».

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