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La red de aguas de Llodio todavía tiene a estas alturas algunas deficiencias serias que deben resolverse antes de la entrada en funcionamiento de la ... depuradora de Basaurbe, prevista para este año. Esas canalizaciones asegurarán que tienen un tratamiento adecuado antes de devolverlas al río. De momento, la localidad sigue teniendo varios puntos de vertido de aguas residuales en los barrios de Larrazabal y Areta.
La recogida de las aguas sucias estaba prevista ya en 2022 y de hecho, los proyectos para encauzar estos residuos hasta la depuradora están incluidos en el Plan Foral de 2022-23, pero las obras no han empezado todavía.
El proyecto más avanzado es el de la nueva tubería de Larrazabal, que ya está en adjudicación y costará 425.000 euros de los que 321.000 llegarán por vía foral. Ahora «no existe colector de recogida de fecales y los vertidos se depuran en fosas individuales o van directamente sin tratamiento a los terrenos adyacentes a las viviendas», señal el Ayuntamiento en uno de sus informes. Este problema se da en la zona alta del barrio, aguas arriba del taller de coches, así que se ha proyectado una tubería de 1168 metros para recoger estas aguas residuales y enlazar a través de un pozo de registro con el colector construido en 2023 en la curva de Bárbara. Pese a esta intervención, parte del barrio quedará todavía sin depuración y la siguiente fase de la obra afectará a los números 9 al 12 de Larrazabal y las casas de Gorostiza en una fecha aún por determinar. Con estas obras, mejorará la calidad de las aguas del arroyo San Juan, cuyo tramo final se terminó de encauzar en febrero de 2023.
El proyecto de Areta está pendiente «del visto bueno de la Diputación», explicó la alcaldesa, Ainize Gastaka, que confía en poder iniciar en breve las dos obras. En este caso, la intención es colocar una tubería de 776 metros entre la casa rosa y el Crucero. Son los dos puntos en los que Llodio sigue vertiendo aguas residuales al río, además del colector general, que se localiza junto a la desembocadura el río Altube, también en Areta.
En este caso, el presupuesto supera el millón de euros, y la Diputación aportará 850.000. La nueva canalización derivará las aguas residuales hasta el depósito construido junto a la fábrica de añil. Desde allí, se bombearán hasta Basaurbe para su depuración.
No solo la red de saneamiento tiene problemas en Llodio. La de abastecimiento necesita una intervención en la calle Lamuza para cerrar el anillo perimetral que recorre todo Llodio desde la depuradora de San Bartolomé hasta el depósito de Ugarte. Cuando se construyó el anillo con tubería de fundición en los años 80, un tramo se quedó sin colocar en la calle Lamuza y ahora, se hace necesaria su renovación. En 2022, la Diputación asumió la renovación del tramo que discurre junto al palacio de Lamuza, aprovechando las obras de rehabilitación del edificio, pero todavía queda sin instalar un tramo de unos 500 metros desde el frontón de Lamuza hasta el colegio de La Milagrosa. Su renovación costará 673.000 euros y cinco meses de obras.
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