Llodio perfila el verano de 2023 como fecha para terminar el antzoki

El concurso que ganó el arquitecto catalán, estaba dotado con 336.000 euros e incluye la redacción del proyecto básico y de ejecución del edificio, que está valorado en tres millones de euros.

En el acuerdo firmado entre ambas partes, se ha fijado el calendario de trabajo y pagos que se ejecutará a partir de ahora. El estudio de arquitectura tiene dos meses desde finales de febrero para redactar la documentación que debe presentarse a la hora de tramitar los permisos de cada uno de los sectores afectados; agua, vialidad y servicios entre ellos. Este documento debería estar entregado a finales de abril.

Después, se redactará el proyecto básico antes de que acabe el mes de junio de este año. A partir de ese momento, los plazos son más difusos y dependen de la agilidad municipal a la hora de aprobar el papeleo. En todo caso, el acuerdo señala que el estudio debe tener listo el proyecto de ejecución seis meses después de que el Ayuntamiento de el visto bueno al proyecto básico. Teniendo en cuenta que se entregará a finales de junio, es previsible que la conformidad municipal se retrase hasta septiembre, dado que el verano es una época de menor actividad. Por tanto, el proyecto de ejecución debería estar listo dentro de un año aproximadamente. A esas alturas, el Ayuntamiento habrá satisfecho ya la mitad de los honorarios contemplados en el concurso de ideas.

Después de que Ágora se hiciera con el primer premio del certamen, el estudio de arquitectura también debe asesorar al Ayuntamiento durante la selección de la empresa que se encargará de ejecutar la obra. Un trabajo que previsiblemente será paralelo a la redacción del proyecto que permita poner en pie el edificio. El estudio Heras Solé también trabajará mientras dure la obra, que se prolongará durante un año y medio. Una fecha que será flexible y que podría alargarse al menos hasta el otoño de 2022.

Una vez terminada la obra, todavía se deberá redactar el proyecto de actividad para el que se otorgan dos meses y un tiempo similar para entregar la documentación final de la obra. Será en este momento cuando se completará el pago.

Una vez terminado este proceso, habrá que abordar el equipamiento del edificio, un extremo del que todavía no se ha hablado y que se llevará otros dos millones de euros, con lo que la apertura no llegará antes del verano de 2023. La previsión entra dentro del plan de legislatura presentado por el equipo de gobierno que dio este plazo para poner en marcha el proyecto.

El antzoki llodiano será un edificio de tres plantas, parcialmente soterrado con una terraza superior a la altura de la planta baja del edificio de Carlos Larrea, 1, y con un aforo de entre 438 y 782 personas dependiendo de las distribución de los espacios. En la entrada principal por la calle Arantzar se ha previsto una bajada en la que se podrá habilitar un espacio escénico al aire libre. Las fachadas del edificio serán de cristal y madera y una gran escalera exterior recorrerá el frontal que se podrá ver desde la calle Altzarrate. Desde la escalera se podrá acceder a la cafetería y a la terraza.