Llodio cierra de nuevo el matadero municipal
Se trata de un cierre «cautelar por posibles deficiencias en la gestión de los residuos que genera el centro», según el Ayuntamiento
MARTA PECIÑA
Viernes, 2 de julio 2021, 16:34
El matadero de Llodio vuelve a estar cerrado «de forma cautelar por posibles deficiencias en la gestión de los residuos que genera el centro». Con ... esta escueta explicación, el Ayuntamiento, titular de la instalación que gestiona una empresa a través de un contrato, ha decidido cerrar el único matadero que existe en Álava. No hay más detalles, pero la situación ha dado lugar a «la clausura de manera inmediata». El Ayuntamiento se dispone ahora a «investigar a fondo las razones por las que se ha generado esta situación anómala en el funcionamiento de las instalaciones» y ha puesto los hechos en conocimiento «de las autoridades competentes».
Esta es la segunda vez que se cierra el matadero de Llodio como consecuencia de la gestión de residuos. En agosto de 2019 fue un espectacular vertido de sangre que tiñó de sangre la zona de vertido del colector general de Llodio, cerca de la confluencia con el río Altube. Tras aquel incidente, se realizaron obras por valor de 140.000 euros para instalar un sistema de recogida de sangre que evita su vertido al río además de otras intervenciones en las salas y las cámaras frigoríficas. Las instalación se volvió a abrir en noviembre. Sin embargo, todavía está pendiente la segunda fase de las obras, comprometidas por el Gobierno vasco para instalar una depuradora que limpie in situ los residuos generados por la instalación. La inversión que ascendería a 370.000 euros ha quedado paralizada por la pandemia, aunque está previsto continuar con ella. Se trata de un sistema de coagulación de sangre que permitirá solidificar este residuo para su traslado y tratamiento. La depuradora será abierta y tendrá un tanque de decantación y un sistema de tratamiento químico que devolverá el agua limpia al cauce.
Desde 1968
El de Llodio es el único matadero que resiste en Álava y tiene un ámbito comarcal, aunque alcanza a algunas zonas vizcaínas como Encartaciones. Sacrifica unas 3.000 cabezas de vacuno al año y unas 3.500 de ovino y caprino. La instalación data de 1968 y se ha visto obligada a numerosas reformas para adaptarse a la normativa vigente.
La denuncia presentada en el verano de 2019 por los vertidos de sangre al río, han derivado en la apertura de una causa judicial en la que Ander Añibarro y Natxo Urkixo, en calidad de exalcalde acudieron en marzo a declarar al Juzgado de Amurrio como investigados. Ambos solicitaron el archivo de la causa porque pese a la espectacularidad del vertido, no se produjeron daños.
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