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Las actuaciones de Goazen! tuvieron una enorme acogida. El público bailó para festejar la alegría de volver a celebrar el Araba Euskaraz.

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Las actuaciones de Goazen! tuvieron una enorme acogida. El público bailó para festejar la alegría de volver a celebrar el Araba Euskaraz. blanca castillo y sandra espinosa

Un Araba Euskaraz adaptado y entusiasta

Las ganas de euskera se desbordaron en Llodio en el regreso de la gran cita de las ikastolas alavesas. La próxima edición será en La Puebla de Arganzón

Domingo, 20 de junio 2021, 14:40

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La edición más atípica del Araba Euskaraz dejó bien claro que el compromiso de Llodio con el euskera puede superar cualquier obstáculo. Pese a las mascarillas, la distancia de seguridad y la limitación de aforos, más de 1.500 personas se inscribieron con antelación en la cita alavesa con la lengua vasca.

La jornada arrancó con la presencia institucional del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, el diputado general de Álava, Ramiro González y el alcalde de Llodio, Ander Añibarro, que destacaron el enorme esfuerzo que ha significado para la organización sacar adelante la edición de este año. Por su parte, Liher Larrea, presidente de la Federación de Ikastolas Alavesas, enfatizó «el éxito que ha supuesto organizar esta fiesta» y la buena acogida que han tenido todas las iniciativas planteadas a su alrededor. Él fue el encargado de entregar el testigo a la ikastola Argantzon (de La Puebla de Arganzón), que organizará la próxima edición, aunque sus responsables, Paula González e Igone Zubizarreta, explicaron que «será un esfuerzo conjunto».

También hubo espacio para celebrar el 50 aniversario de la ikastola. Su trayectoria estuvo representada por varias generaciones, desde la primera promoción a la última. Todas simbolizaron su compromiso con un roble que se plantará en el centro.

La clave

  • 1.500 personas se inscribieron con antelación y llenaron todas las actividades del programa.

Arrate Usalola fue una de las participantes en la fiesta. Llegó desde Amurrio, donde el año pasado tuvo que suspenderse el Araba Euskaraz por la pandemia. «Nos quedamos con pena», lamentó. Ella y otras familias amigas se propusieron que Malen, Garazi, Izaro, Ane y Arene disfrutaran este año de la actuación de Goazen! que llenó hasta la bandera el recinto, pese a que solo pudieron participar 120 personas en cada pase. Uno de los que más disfrutó fue el pequeño Ayax, que en realidad acompañada a su hermana Alma. «Es ella la que quería venir a ver la actuación», explicó Iker, su aita. Pero fue Ayax quien se convirtió en el protagonista de la cita dando rienda suelta a sus ganas de bailar.

Naiara Goiriena llegó a Llodio desde Leioa por su vínculo profesional con Laudio Ikastola, donde da clases de biología y de música. Se hubiera acercado de todas formas para apoyar al euskera, como hizo hace unos días en el Ibilaldia. «Es importante la presencia de la ikastola y del euskera en el pueblo después del esfuerzo sobrehumano que se ha hecho durante todo el año con actividades como los 10.000 kilómetros por Zumalakarregi, o la marcha de orientación», explicó. Llegó a Llodio de la mano de Lea e Izaro, de tres y ocho años, para participar en un programa «muy bien organizado».

El centro celebra este año su 50 aniversario y reunió a la primera y la última promoción

medio siglo

Muy cerca, Libe, la hija de Naroa Martín no podía reprimir el impulso de bailar y su amatxu no dejaba de sonreír tras la mascarilla viendo cómo su hija y el resto de la chavalería que le acompañaba, Malen, Aratz, Lier y sus familias se lo pasaban en grande.

Tómbola, 'escape room'...

Uno de los espacios más exitosos fue la tómbola. Martín, de Gardea, se llevó unas gafas de esquí y una mochila, y Jon, Markel, Gaizka e Iker, su primera cafetera. «No sé si la vamos a usar mucho», aseguraban los adolescentes entre risas, mientras salían cargados de regalos. Muy cerca, Miren Urkijo calzaba a Martín sus primeros patines. El equipo llegó completo, con casco y protecciones, así que el crío aprenderá a patinar en breve. La amatxu de Izadi, Izaskun Moscoso, a su lado, intentaba organizar con su hija la mochila, el cuento y la taza que se llevaron de la tómbola.

«Es importante la presencia de la ikastola y del euskera en el pueblo», señaló Naiara Goiriena

compromiso

En el parque, el ambiente era más tranquilo y los talleres de manualidades y cocina estuvieron completos. A las personas inscritas se sumaron las que acudieron a pasar una jornada divertida en la que hubo txosnas, comedor a base de pollo asado y 'escape room', que fue una de las actividades con mejor acogida para desvelar los acertijos que se plantearon en el casino. «Tienen que pasar media docena de pruebas para salir», apuntó Ainhoa Arbide, que controló el acceso a una actividad que tenía el aforo completo desde hacía varios días.

Los más pequeños disfrutaron con ganas.
Paula González e Igone Zubizarreta recogen el testigo o lekuko.

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