La Cuadrilla de Gorbeialdea invertirá en mejorar la gestión de los residuos
Se barajan medidas fiscales y nuevos proyectos de recogida en los grandes centros de generación
La Cuadrilla de Gorbeialdea ha aprobado el presupuesto de este año que asciende a 1,5 millones de euros. Su presidente, Agustín Otsoa Eribeko ha ... destacado uno de los proyectos recogidos en las cuentas, el Plan de Análisis y Gestión de la Fracción Orgánica de Residuos al que se destinarán 15.000 euros. De hecho, ya se ha puesto en marcha «un modelo descentralizado a través del compostaje doméstico y comunitario, pero ha llegado a un punto de estancamiento y se ven necesarias nuevas medidas y proyectos que permitan diferenciar en origen todas las fracciones de residuos y mejorar los índices de participación». El objetivo de este año es activar medidas concretas a nivel local que pasan por «adoptar medidas fiscales, implantar nuevos proyectos de recogida y gestión de residuos en grandes generadores como bares, restaurantes y residencias ». De esta manera se aspira a «cumplir con los objetivos de reducción y recogida selectiva de residuos».
El presupuesto ha reservado otros 15.000 euros para contratar a una asesoría que se encargará de gestionar las convocatorias de los fondos europeos Next Generation. Esta empresa se encargará de «identificar los proyectos financiables, así como su elaboración y preparación, adecuarse a los objetivos generales y específicos, a las personas o entidades beneficiarias, al calendario, al presupuesto y al cumplimiento de los indicadores».
Interés público superior
El pleno analizó la legislación que otorga al Gobierno vasco la posibilidad de implantar proyectos de energía renovable, vertederos, depuradoras, proyectos de extracción de gas u otros para zonas degradadas si entiende que existe un interés público superior. La Cuadrilla mostró su rechazo a esta iniciativa porque «es lesiva para la autonomía local». Por eso, reclamó a la Diputación, al parlamento vasco y a Eudel que actúen en defensa de las entidades locales porque «los ayuntamientos pierden su autonomía en los temas medioambientales».
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