La aparición de amianto retrasa el fin de la reforma de la Casa de Cultura de Llodio hasta marzo

La finalización de la reforma interior a la que se ha sometido el edificio en el último año estaba prevista inicialmente para este mismo mes de noviembre. El retraso se deriva «del parón obligado de las obras durante un mes y medio por la aparición de amianto en unos tubos. Hubo que retirar el material y esperar al informe y análisis de Osalan (Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales). Por otro lado se ha dedicado más tiempo del previsto a realizar unas cimentaciones especiales para los ascensores que no estaban previstas y que fueron necesarias por las características del terreno», señalan las mismas fuentes.

Con la remodelación interior de la Casa de Cultura, que abarca 4.000 metros cuadrados, se podrán volver a utilizar los espacios que hasta 2019 se dedicaron a actividades de grupos y asociaciones culturales y que han tenido que recolocarse en otras ubicaciones en un pueblo que dispone de espacios, pero la mayoría están sin rehabilitar.

Esta última intervención ha supuesto una inversión de 2,7 millones de euros para crear un gran eje-pasillo que comunica los dos extremos del palacio, en forma de U. También se han restaurado elementos de valor como escaleras de madera, barandas de hierro forjado, revestimientos cerámicos y chimeneas; se han mejorado solados, paredes y techos, las instalaciones eléctricas están actualizadas, lo mismo que la fontanería y la calefacción y la iluminación, que se ha renovado con criterios de bajo consumo. La reforma ha permitido eliminar todas las numerosas barreras arquitectónicas que tenía el edificio.

Con esta obra, se ha completado la inversión comprometida por Cristina González en 2015 con el impulso de una norma foral que reservó 9 millones para el complejo de Lamuza. Con esos fondos se ha restaurado ya el Casino, que estaba a punto derrumbarse cuando comenzaron los trabajos. En 2017 volvió a abrir sus puertas. A continuación se rehabilitó la Casa del Hortelano. La obra terminó en 2016, pero no se le dio uso hasta 2019, cuando se decidió el traslado de la biblioteca a esa ubicación.

En septiembre de 2019 comenzó la rehabilitación de toda la envolvente exterior de la Casa de Cultura que terminó al año siguiente, pero quedaba recuperar el interior, que se está abordando ahora. Cuando concluyan la reforma, será necesario equipar el edificio. En ese sentido, la planificación del espacio todavía no se ha definido, aunque a finales de este mes el colectivo Kulturlab expondrá en la plaza de Lamuza «el plan de reactivación del parque y su entorno, donde se recogen diferentes soluciones para conseguir un conjunto de infraestructuras culturales óptimas para el adecuado desarrollo futuro del ecosistema cultural y creativo de Laudio».

El estudio se ha realizado gracias a un movimiento vecinal que logró incluirlo en los primeros presupuestos participativos de la Diputación, en el año 2023, con un coste de 170.000 euros.