«Las fiestas tendrán nuestro sello el año que viene»

- ¿Cómo están siendo estos primeros días?

- Una cascada de información. Es un trabajo precioso, todo el rato hablando del pueblo. Tiene algo que engancha. La gente reclama venir a contarme sus cosas. La mayoría no son nuevas, pero nos convocan para explicarnos su situación. Es una toma de contacto. Con Omnia nos hemos presentado al personal y queremos hacer un diagnóstico para ver qué expedientes están en marcha y en qué fase.

- ¿Y sus hijos, cómo lo llevan?

- Están de vacaciones y es más complicado. Ellos viven un cambio que está en la calle, muy visual. Vengo muy pronto y procuro tener las tardes algo más libres para darles la seguridad de que no he desaparecido. Mi intención es sistematizar el horario, porque siempre hay reuniones por la tarde, y tener mi vida organizada.

- ¿Qué tal ha ido el traspaso de poderes con el PNV?

- Hemos tenido una reunión cordial e informal para analizar los asuntos más importantes.

- ¿Se siente cómoda en el despacho?

- Tengo que personalizarlo, sin gastar dinero, pero para mí los espacios de trabajo son importantes. No soy maniática, pero estoy recibiendo mucha información y he trasladado la estructura de archivos del despacho. Tengo mis carpetas, mis pegatinas y he empezado a crear expedientes. Es mi forma de funcionar.

- Reivindica que es la primera alcaldesa elegida en las urnas. ¿En qué se va a notar?

- Estoy orgullosa, pero no lo planteamos como algo que tenga una foto, sino como una gobernanza feminista que lo impregne todo.

- ¿Habrá cambios en el organigrama?

- Uno de los más importantes es el área de Políticas Transversales que va a asumir todos los contenidos que se deben aplicar a otras áreas como diversidad, políticas lingüísticas, feministas, participación ciudadana… Nagore Gomara será la responsable. Habrá más cambios, pero no van a afectar a los servicios.

- ¿Cómo van a quedar las liberaciones en el equipo de gobierno?

-EH Bildu tendrá tres personas: además de mí, Nagore Gomara y Aitor Fernández de Pinedo en cuanto acabe el curso. Nerea González estará por Omnia y se ofrecerá una liberación al PNV que decidirá quién y cuándo se dedica a esa tarea.

- ¿Como es la toma de decisiones con Omnia?

- Tenemos que recalcularnos y empezar a trabajar en equipo, generar hábitos, crear lazos, que la comunicación fluya. Ya hemos empezado a reunirnos sistemáticamente. Las decisiones las tomamos llegando a acuerdos.

- ¿Cuáles son sus prioridades?

- La participación ciudadana. Nuestro compromiso, como EH Bildu, es crear la asamblea y el consejo local en los próximos seis meses. Para que sean realmente eficaces tienen que tener capacidad de decisión y eso requiere un compromiso político. Son órganos con una perspectiva general. Temas como el del ambulatorio tenemos que ver en qué fase están y dependiendo de eso habrá que darles marcha o asumir un proceso participativo que también puede ser una consulta. No queremos reventar nada.

- Y en asuntos más urgentes, como las fiestas, ¿habrá cambios?

-Sería precipitado. Está casi todo atado. Nosotros apostamos por un modelo más participativo y las fiestas tendrán nuestro sello el próximo año. En estas, hay que ver qué se puede organizar.

- ¿Qué no se pierde esos días?

- Me gusta el 15 de agosto porque la fiesta es de día. Este año me habría tocado guardia en el Juzgado de violencia de género, pero ya no ejerzo como abogada y he tenido que dar la guardia a otra persona. Durante años he estado vendiendo con mi familia en un puesto en el Baserritarra Eguna y ahora, a mis hijos les encantan las 'kalejiras' de 'buruhandis'

- ¿Cómo le gustaría ser reconocida?

- Como una buena persona que hace el trabajo lo mejor posible. Mi objetivo absoluto es escuchar y respetar.