La autovía de Rioja Alavesa adelanta su estreno integral casi cuatro meses

De esta manera ya son imposibles las colisiones laterales y frontolaterales. Atrás queda aquella vieja estructura que la convertía en una zona de concentración de accidentes, ya que llegó a sumar 212 siniestros en un periodo de quince meses, 89 registraron víctimas de diverso tipo e incluso hubo que lamentar cinco muertes. Aquellos negros datos hicieron que la Diputación se pusiese manos a la obra para garantizar su seguridad. Entre 2017 y 2019 se desarrollaron los trabajos de desdoblamiento desde Zambrana hasta el río Ayuda, y en 2022 se procedió al tramo entre Berantevilla y Armiñón.

La obra se dividió en dos para poder garantizar económicamente su desarrollo. Y es que el coste de ambas obras ascendía a 38 millones, eso hubiese supuesto el 5% del presupuesto anual de la Administración foral.

Se trata de una de las vías importantes del territorio histórico. Por la vieja carretera pasaban 10.700 vehículos diarios, sobre todo camiones, y era la ruta que eligen muchos de los visitantes de Rioja Alavesa. Hasta que se iniciaron estos trabajos había una decena de cruces peligrosos y muchos se incorporaban desde empresas tan importantes como Aernnova, Avinorsa, Cerámicas Marlo, Hutchinson, la Pirotecnia Valecea, fincas y campos agrícolas, lo que obligaba a reducir la marcha y generaba situaciones de riesgo.

Ahora, con el formato de autovía se ha regulado y encauzado todo ese tráfico para garantizar su seguridad con vías de aceleración y desaceleración, rotondas en las salidas (lo que técnicamente denominan 'diamante con pesas') y enlaces a desnivel. En esta segunda fase también se levantó un puente a la altura del polígono de Lacervilla. Si bien la velocidad máxima hasta ahora era de 100 kilómetros por hora, a partir del próximo miércoles ascenderá hasta los 120.

«La ciudadanía va a disponer de un tramo de casi seis kilómetros de autovía en lo que es la puerta de entrada a Rioja Alavesa», apunta el diputado de Movilidad Sostenible e Infraestructuras, el socialista Jon Nogales. «Este proyecto, además, garantiza el tránsito de los vehículos agrícolas y la comunicación con las fincas de la zona», explica. «Seguimos trabajando de esta forma para modernizar la red foral de carreteras con la seguridad vial como prioridad. Esta modernización consolida la competitividad de Álava como polo logístico y supone una apuesta firme por la inversión pública como motor de actividad económica y empleo para los alaveses», defiende el diputado del PSE.

Pero, ¿cómo se ha conseguido adelantar casi cuatro meses la apertura fijada oficialmente? La falta de lluvias de las últimas semanas ha permitido acelerar el ritmo en la extensión de la última capa de rodadura, pintar las marcas definitivas sobre el asfalto e instalar la señalización vertical. También se han ejecutado remates y se ha procedido a la restauración ambiental, es decir, segar toda aquella hierba que ha podido crecer desde el pasado invierno.

Esta obra por fin soluciona los problemas de seguridad de vecinos, trabajadores y turistas que salen del 'nudo' de Armiñón y ponen rumbo a Labastida.