La artista Alba Matilla invita a viajar a un mundo digital a través de la pintura
La exposición se podrá visitar a partir de este viernes en la sala Jovellanos de Montehermoso
Ikram El Aarrass Amachraa
Martes, 12 de marzo 2024, 14:13
Un santuario dentro del Centro Cultural de Montehermoso. Alba Matilla le pone ese nombre a su primera exposición individual. Este proyecto surge tras trabajar durante un tiempo dentro del ámbito de la gestión cultural. Matilla empieza a fusionar sus prácticas en vídeo y pintura con softwares de diseño 3D. Con esta base comienza una investigación, nacida en el máster, en torno a las dialécticas del paisaje virtual y el paisaje físico en términos de ruinas, conversación de memoria industrial y nuevas formas de hacer pintura en un mundo digital. El resultado de todo ese proceso es la exposición que llegará a todo el público vitoriano este viernes en la sala Jovellanos de Montehermoso.
«Este proyecto, la idea por lo menos, empezó a surgir a partir del 2021, hay un valor sentimental que me liga a los paisajes industrializados, me siento familiarizada con ellos porque soy de Avilés y estos entornos que recojo han estado muy presentes», ha detallado la artista durante la presentación de la exposición esta mañana. Los lugares que recoge y plasma en paisajes 3D pertenecen a diferentes zonas de Bilbao, Asturias y también una parte de Galicia. Ubicaciones que tienen o han tenido un proceso de desindustrialización importante.
'Santuario' tiene dos pilares: la parte digital, que es la interactiva, donde se ofrece un mundo virtual, y por otro lado, la parte pictórica. «Tengo una especialización en pintura, que siempre he sentido que es el lugar desde donde me posiciono. A pesar de que empecé a interesarme por las técnicas 3D y el mundo audiovisual en sí, de alguna forma no quería soltar los pinceles y fue ahí cuando decidí incluir esta disciplina en el trabajo», ha explicado la artista.
En la sala donde se acoge la exposición, más allá del elemento central que es esa proyección del paisaje virtual en una pared blanca que se puede ir cambiando con un mando de videojuego, hay unas 'alfombras' alrededor pintadas a mano por la artista. «Estas son parte de ese proceso pictórico. Quería que además de poder visualizar la obra se generará un espacio íntimo en el que los espectadores puedan sentarse y contemplar».
Esa búsqueda de intimidad es uno de los conceptos que le ha llevado a la artista a nombrar su obra como 'Santuario'. «Los paisajes que se recogen parecen que quedan congelados. Parece que todo se detuvo en algún momento antes de su desaparición y me pareció muy poético este congelamiento. Son tan especiales esos entornos que sentía que se había creado una especie de halo divino. Y por otro lado, cuando he enseñado los escenarios, muchos me decían que lo sentían como extrañamente hogareño. Entonces, a raíz de jugar con ese halo divino, ese sentido del hogar y del estar a salvo en un refugio, se fue fraguando el término del santuario».
Los límites artísticos
Este trabajo ha sido comisariado por Juan Pablo Ordúñez (MawatreS) quien ha querido agradecer la propuesta de Alba. «Artistas como Goya, Picasso, Dalí, Durero, Rembrandt, Miguel Ángel Seguro... no hubiesen podido hacer nada de lo que hicieron con los límites que marca la IA. Esas fronteras deben plantearlas creadores como Alba que nos propone entrar en un mundo digital desde la pintura. Todo el mundo tenemos relación con la pintura, pero tener acceso a esas herramientas que van a marcar el futuro desde algo tan conocido como el dibujo, nos hace que sea todo mucho más cercano y más accesible».
Por su parte, Edurne González, vicedecana de extensión Cultural de la Facultad Bellas Artes (EHU/UPV), que también ha participado durante la presentación ha subrayado la importancia de este tipo de convenios colectivos entre el Centro Cultural Montehermoso y la universidad «para resaltar la carrera profesional de nuestros estudiantes y visibilizar los trabajos de las nuevas generaciones». La concejala de Cultura y Educación, Sonia Díaz de Corcuera, ha querido resaltar que «tenemos la suerte de tener en Vitoria, en Montehermoso que es la casa del arte contemporáneo, el primer trabajo individual de la artista».