El Ararteko ve «ilegal» que la seguridad privada impida la entrada sin cita previa a edificios públicos

«Con cita previa, uno se siente más cómodo, puede organizar el trabajo y dejar fuera a aquellas personas que no han articulado una cita previa, muchas veces por vía electrónica. El confort administrativo ha podido prevalecer manteniendo una obligatoriedad que cesó en el momento que acabó la crisis sanitaria», ha considerado el Defensor del Pueblo Vasco sobre unas situaciones que seguirá denunciando cada vez que un ciudadano acuda a su oficina.

La situación en la Hacienda Foral de Álava, que le ha llevado a comparecer ante el legislativo del territorio, parece solucionada. Sin embargo, en otros edificios públicos de la comunidad se observa un actitud que él ha considerado un agravante. «Nos indigna bastante cuando el personal de seguridad, incluso fuera de la puerta del edificio, niega el acceso cuando no se presenta una cita previa. Este personal de seguridad no funcionario no tiene un mandato público. Esa función es claramente 'ultra vires', no está en sus competencias y atribuirle esa tarea a alguien sin la formación necesaria y sin la condición de funcionario es claramente ilegal», ha asegurado.

Y no se ha quedado ahí y ha plantado una serie de soluciones. «Habría que insistir y evidentemente acudir inmediatamente al Ararteko o a la oficina de la Ertzaintza más cercana. Si se impide ejercer un derecho como es acudir a la Administración para tener acceso a un servicio público, ese impedimento es ilegal», ha insistido.

La obligatoriedad de la cita previa ha desencadenado algunas situaciones ciertamente esperpénticas. Habló de un ciudadano que acudió a Kontsumobide (el instituto vasco del consumo) y le exigieron cita previa, quiso poner otra queja a este respecto y le dijeron que debía pedir otra cita previa para hacerlo. O también en el caso de que una persona que había sido multada, acudió lo antes posible para aprovecharse del 'pronto pago', le exigieron que concertase un turno para ser atendido y se lo dieron cuando ya había superado ese plazo para aprovecharse de la rebaja.

Lezertua también se quejó de que muchos de estos sistemas para pedir cita previa son digitales y electrónicos, lo cual puede orillar a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad.