La ampliación del aforo al 60% impulsa al Iradier y el Buesa, que rondarán el millar de espectadores

Los principales beneficiarios de este nuevo cambio normativo son los grandes pabellones:el Iradier Arena y el Buesa. Entre las medidas que afectan de pleno se encuentra la posibilidad de ampliar el aforo hasta el 30% como recintos con capacidad para más de 5.000 espectadores. El Iradier Arena y el Buesa Arena, cuya limitación se fijaba en un máximo de 600 entradas hasta el momento, podrán habilitar hasta 1.500 asientos para el público.

Ambos ya han impulsado la agenda estival. De hecho, entre los socios que han optado por planificar eventos de cara a agosto o septiembre ya pensaban en que el aforo sería de algo menos 800 espectadores, cifra que ahora se puede superar. En el Iradier se agrupan diferentes salas y agentes culturales bajo la iniciativa Kultura Bizia con la que se ha decorado el coso con césped artificial. Como reconoció hace unos días el presidente de la asociación Javier Sagastume no habría que llevar a cabo una gran intervención más allá de realizar cambios en los plano. Eso sí, la necesidad de que el público se siente en butacas alternas podría hacer que la capacidad ronde el millar de asistentes.

El Teatro Principal habilitó en la tarde de ayer, tras conocer la decisión del LABI, la venta de 85 entradas más para su espectáculo de hoy sábado 'Greenpiss. Un desmadre eco-ilógico'. Por su parte la ampliación del horario hasta las dos de la madrugada se ha acogido sin gran entusiasmo, ya que la hora de finalización de conciertos, sesiones de cine y espectáculos teatrales ya era anterior a dicha hora por lo general antes de la pandemia. «No altera la cartelera ni se van a hacer más sesiones», señala Javier Echaguíbel, responsable de los cines Florida. Puntualiza que solo afectará en casos puntuales de películas que comiencen a las diez y media cuyo fin rebase las doce. Ya a principios de mes, con la apertura hasta las doce de la noche, los cines Vesa (Florida y Gorbeia) retomaron la sesión de noche, a las 22.00 horas, únicamente los viernes y sábados, debido a que en junio la demanda es menor que en otros meses y no hay grandes estrenos.

Las salas de conciertos de la ciudad como Jimmy Jazz o Hell Dorado no logran traducir ese aumento del aforo al 60% en interiores. «Ahora mismo no llegamos al establecido en el 50%. Los porcentajes no tienen efectos reales en las salas mientras no se modifique la necesidad de mantener las distancias», apunta Txema González, de la sala Urban Rock Concept, que tampoco contempla retrasar el horario de inicio de los directos ya programados.