Álava se vuelca en recuperar el talento que emigró por la crisis
Más de 200 jóvenes reciben ofertas de 36 empresas necesitadas de trabajadores con alta cualificación y vocación internacional
Por Navidad vuelve a casa ese turrón de sobra conocido por todos -aunque en este mundo global se puede comer este dulce casi en cualquier ... época del año- y también retornan al hogar todos aquellos a los que el trabajo les ha llevado fuera. Este regreso es por unos días, pero a muchos vitorianos y alaveses les gustaría que fuera «para siempre». Porque como aquí «no se vive en ningún sitio». Era la opinión generalizada entre los participantes en 'Back to Araba. Talent Forum', la jornada organizada por SEA Empresas Alavesas y la Fundación Vital para poner en contacto a profesionales cualificados que tuvieron que emigrar en busca de empleo y a empresas que demandan ese talento con proyección internacional.
«Os necesitamos», les dijo claramente el diputado general a los más de 200 jóvenes que asistieron a este encuentro, la mitad de ellos ingenieros. La carrera por atraer, retener y recuperar talento «es una verdadera competición entre territorios», reconoció Ramiro González, como en otras épocas fue el precio del suelo para captar industrias o la fiscalidad. Y en este escenario las empresas están en disposición de ofrecer «trabajo, calidad en el empleo, estabilidad, formación, productos líderes en sus mercados», destacó el presidente de la patronal, Pascal Gómez, que también incidió en la importancia de este talento para hacer el relevo generacional.
Euskadi «representa el buque insignia» en cuanto a calidad de vida, dijo Jon Urresti, máximo dirigente de la Vital, y la capital Vitoria, «un lugar atractivo para la inversión y para desarrollar proyectos innovadores», concluyó el alcalde, Gorka Urtaran.
El dato
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1.000 empleos ha generado en tres años el programa EmpleoAraba, que impulsan SEA Empresas Alavesas y Fundación Vital.
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Ander Gómez de Segura (34 años) | Ingeniero en Barcelona
«Queremos retornar pero no a cualquier precio»
Tarda 45 minutos en ir a trabajar y casi una hora en volver. «¡Te puedes imaginar el tiempo que se pierde así y que se puede aprovechar de otra manera!». Este ingeniero en la planta de Nissan en Barcelona quiere regresar a Vitoria, de donde salió hace años, casi recién terminada la carrera de ingeniero industrial en Mondragón. «Me pilló la crisis, me fui a trabajar en cooperación a Perú», relata, y después con una beca del Gobierno vasco fue a Polonia, a la planta de Gestamp. Cuando finalizó esa etapa, la empresa le ofreció seguir en el grupo pero en Rusia. En cambio, optó por otro trabajo, el actual de Nissan.
«También me ha tocado ir a Argentina, a Japón, pero ya quiero asentarme», admite Ander Gómez de Segura. «¡Y qué mejor que en casa!». Eso sí, tiene claro que busca el retorno «pero no a cualquier precio», por la trayectoria que acumula y el hecho de haber liderado equipos con 50 personas, «aunque sé que habrá que renunciar a algo». La automoción ha sido su mundo en los últimos años «pero no me importa cambiar, si hay un proyecto que me ilusione en lo profesional y también en lo personal».
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Andrea Bilbao (29 años) | Ingeniera en Hamburgo
«En conciliación laboral aquí hay mucho por hacer»
Quizá no de manera inmediata, pero sí que en un futuro próximo quiere cerrar una etapa que ya va para cinco años en Alemania. Esta ingeniera mecánica trabaja en una empresa de aeronáutica y reconoce que en su sector y con la titulación que acredita «allí estamos bien considerados». Andrea Bilbao destaca que en materia de flexibilidad o conciliación laboral «no hay ningún problema y creo que aquí no están tan avanzadas las empresas y aún hay mucho por hacer».
En cambio, Vitoria «tiene otras muchas ventajas» para desarrollar su carrera profesional y su vida personal «que allí no tengo. ¡Son alemanes y...!», dice esbozando media sonrisa. Durante la celebración de las entrevistas en los stands de las empresas ayer en el Artium, «voy a ir buscando información de diferentes actividades. Por mi manera de ser, no renuncio a nada, me gustan los cambios y creo que me puedo adaptar a empresas de distintos sectores», no solo el aeronáutico en el que ahora ejerce en Hamburgo. El perfil de ingeniera era, por segundo año consecutivo, uno de los más demandados por las compañías alavesas.
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Adrián González (30 años) | Trabaja en Barcelona en Recursos Humanos
«El desarrollo profesional mejora si sales»
De Vitoria a Brasil, de nuevo a Euskadi y ahora lleva tres años en Barcelona. «Pero con ganas de volver a mi tierra, soy muy vitoriano, me encanta la ciudad», dice este graduado en Administración y Dirección de Empresas que trabaja en el departamento financiero y de recursos humanos de una compañía industrial. Las vivencias lejos de casa «me han servido para que el desarrollo profesional haya sido mejor que si te quedas siempre aquí. Si sales, ganas experiencia que te sirve para crecer».
Pero todo tiene su principio y su final. Y la etapa de Adrián González reclama «de manera total y absoluta la vuelta a Vitoria, aquí tengo a mi familia, los amigos, la cuadrilla... Son muchas cosas que añoro a diario y quiero volver a disfrutar».
Su perfil profesional cree que se puede adaptar «a prácticamente todos los sectores» así que «vengo con apertura de miras a ver qué me pueden ofrecer y qué puedo dar yo también, por supuesto». Asume que dejar el trabajo en Barcelona supondrá «renunciar a alguna cosita», desde el punto de vista económico, a lo que está dispuesto «pero dentro de un orden». Porque quizá en la Ciudad Condal «la vida profesional te ofrezca más oportunidades. Es una gran capital». Pero «Vitoria es Vitoria» y no la cambia. «Lo tengo muy claro».
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Laura González (25 años) | Graduada en Relaciones Laborales, trabaja en Eibar
«La exigencia es grande allá donde vayas»
Ahora mismo se encuentra haciendo las prácticas de un máster de Mondragon Unibertsitatea, precisamente en gestión de talento. «Estoy aprendiendo mucho en este sentido», reconoce, y sabe que es un bien preciado para las empresas. Las ideas, la materia gris -todo aquello que vincule al talento-, «está muy demandado. La exigencia es grande allá donde vayas», dice esta joven vitoriana graduada en relaciones laborales y recursos humanos.
Ahora ejerce en una compañía tecnológica de Eibar «y estoy muy a gusto pero a partir de enero no hay posibilidad de continuar porque no tienen previsto hacer incorporaciones». Así que ayer estaba informándose en los diferentes stands de empresas -también del programa EmpleoAraba que comparten SEA Empresas Alavesas y la Fundación Vital- «porque aunque los perfiles vinculados con las ingenierías son los más reclamados, también hacen falta profesionales de otros ámbitos».
Laura González puede ofrecer «experiencia en un ámbito que todavía puede ser desconocido» y, sobre todo, «capacidad para aprender. Todavía soy muy joven, puedo adaptarme a diferentes escenarios y vuelvo con ganas de trabajar». Porque aunque Eibar «está aquí cerca», Vitoria es «mi ciudad, donde quiero desarrollar mi vida».
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Asier Zabala (37 años) | Ingeniero en Colonia
«Regreso con experiencia y bagaje cultural»
«Es el momento de volver a casa», dice Asier Zabala. Lo ha hecho por Navidad «pero quiero que sea de continuo». Este ingeniero superior en automatización y electrónica industrial lleva más de seis años en la ciudad germana de Colonia, donde llegó una vez que acabó su etapa en Electra Vitoria. «Había que buscarse la vida, emigré a Alemania, hice un curso intensivo para aprender el idioma y después me puse a buscar trabajo», recuerda.
Ha pasado por una empresa de motores con responsabilidades en la línea de producción y también por una compañía de desarrollo de software para la farmacéutica alemana Bayer. «He adquirido una experiencia laboral muy importante, he aprendido alemán, también he cogido bagaje cultural porque estuve cuatro meses en Finlandia... Vuelvo mucho mejor formado y con todas las ganas del mundo», sostiene.
Y espera y desea que esta preparación «que hemos adquirido gran parte de la gente que estamos aquí con mucho esfuerzo la tengan en cuenta las empresas del territorio». El mensaje lanzado por dirigentes institucionales alaveses de 'os necesitamos' «está bien, pero ha de ser reconocido». Y el asunto económico «es muy importante. No pedimos salarios como en Alemania sino acordes a lo que ofrecemos y a la experiencia acreditada».
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