Agroseguro ultima las indemnizaciones por la tromba del 11 de julio
Los técnicos empezarán la semana que viene con las visitas definitivas a viñedos de Rioja Alavesa para afinar la estimación económica de los daños
Mes y medio después de la tromba del 11 de julio, el proceso para que el campo reciba las indemnizaciones del seguro agrario encara ... su fase final. Según explicó ayer la responsable de Agroseguro en Euskadi, Mari Luz Cano, los técnicos de la entidad empezarán «la semana que viene» las visitas definitivas para dar con las cifras finales del impacto de la dana del mes pasado en los viñedos de Rioja Alavesa.
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La compañía suele hacer una primera visita de valoración del siniestro, pero espera hasta la época de la cosecha para cuantificar el daño de las inclemencias meteorológicas. En el caso de la vid, ese momento es ahora, cuando llega la vendimia. De modo que Agroseguro está inmersa en «muchas visitas» y empezará a centrar su trabajo en Rioja Alavesa con el cambio de mes, cuando está previsto que la recogida de la uva sea ya prácticamente generalizada. El lunes, de hecho, la Diputación empezará a publicar los correspondientes boletines de maduración.
A partir de esa inspección final, el abono de las indemnizaciones debería ser rápidos, ya que, de media, «se tardan 25 días en pagar las ayudas desde la tasación definitiva». De ser así, para antes de que termine septiembre deberían llegar las compensaciones a los viticultores por una tormenta que se cebó con Rioja Alavesa de un modo particular. En aquella tarde en la que el cielo se abrió en canal, torrentes como el arroyo Herrera se desbordaron a su paso por Villabuena de Álava. En Páganos llevaron a caer en diez minutos la friolera de 17 litros por metro cuadrado. En muchos viñedos, la dana fue la puntilla a un viñedo que ya venía lastrado por el mildiu y que vio cómo el hongo crecía alimentado por esa humedad.
Lo peor, en Villabuena
Según los datos recopilados por Agroseguro, en julio las tormentas provocaron reclamaciones en más de 8.100 hectáreas del campo alavés. De ellas, casi la mitad –4.000 fueron viñedos– y la otra mitad se repartió entre los distintos cultivos herbáceos, la remolacha y la judía verde. Villabuena de Álava y Navaridas fueron dos de los pueblos más afectados, aunque también hubo daños importantes en otros municipios como Samaniego, Elciego, Leza o la cabecera de Rioja Alavesa, Laguardia.
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Aunque aún es pronto para hablar del impacto económico –por el momento sólo se sabe que los cultivos herbáceos han recibido 1,2 millones hasta la fecha por daños en esas parcelas–, lo cierto es que la tempestad generó más daños en el campo alavés que todas las inclemencias del primer semestre del año juntas. Hasta entonces, sólo se habían registrado siniestros en 6.520 hectáreas en el conjunto del 'agro' alavés.
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