El agro alavés se declara en guerra
600 tractores atascan Vitoria en una inédita protesta contra las instituciones
Jueves, 8 de febrero 2024, 00:22
«Nos vamos a la mierda. Pero no lo vamos a permitir, vamos a seguir luchando». El sector primario alavés alzó ayer la voz, se ... declaró «en guerra» y señaló directamente al Gobierno vasco y a la Diputación frente a la sede del Ejecutivo autonómico en Vitoria, una ubicación cargada de simbolismo que pone el foco sobre las instituciones locales. Y un discurso plagado de cargas de profundidad en el que se aludió explícitamente a la consejera Arantxa Tapia y al diputado general, Ramiro González. Más de 600 tractores llegados de diferentes puntos del territorio provocaron caos circulatorio en algunas calles de la capital durante una exhibición de músculo que ha metido de lleno en el debate público -con unas elecciones autonómicas a la vista- sus reclamaciones. Fue una jornada «histórica», en palabras de la Unión Agroganadera de Álava (UAGA).
«A Arantxa Tapia y a Ramiro González se les llena la boca diciendo que el campo es un sector estratégico. No vamos a aceptar que sigan haciéndolo mientras nos dejan sin departamento propio de agricultura y ganadería», clamaron portavoces de la UAGA durante la lectura de un duro comunicado en Lakua. «Nos enfrentamos a desafíos insuperables: las exigencias de la PAC, los bajos precios, la competencia desleal, la burocracia asfixiante, la falta de apoyo que amenaza a nuestra subsistencia, los macroproyectos como el TAV, las placas solares, las líneas de alta tensión. No podemos quedarnos de brazos cruzados», agregaron agricultores y ganaderos, que dejaron muy claras sus reivindicaciones.
Exigen políticas y medidas concretas en el territorio que tengan en cuenta las necesidades del sector «y que no se hagan desde un despacho», un departamento propio de agricultura y ganadería en Álava, precios justos, un compromiso de la sociedad, que se priorice el producto local frente al de importación y la defensa de la tierra frente a macroproyectos. Ni siquiera anuncios de última hora como el lanzado desde Bruselas -el martes retiraba el plan para reducir los pesticidas- o las ayudas extra del Gobierno central (más de dos millones de euros para los agricultores vascos) han apaciguado los ánimos.
El campo habló alto y claro y en Vitoria y Rioja Alavesa proyecta desde hace días una imagen de cohesión. Tras una asamblea que sirvió para elevar los ánimos, la tractorada programada por UAGA, pero a la que también se sumaron independientes, echó a andar ayer al filo de las diez de la mañana encabezada por los tractores más pequeños, los pertenecientes a los viticultores.
Las claves
Desafíos insuperables
«Las exigencias de la PAC, los bajos precios, la burocracia asfixiante, la competencia desleal...»
Duro comunicado
«Estamos sufriendo una muerte anunciada, lenta y muy dolorosa», denuncia el campo alavés
Tractorada
Se registraron hasta 8 kilómetros de retenciones en la A-1 y atascos en calles céntricas de Vitoria
Fuera del recorrido autorizado
El plan oficial pasaba por circular por la A-1 y entrar a la ciudad por Portal de Foronda para seguir por la calle Donostia sin llegar ni a la Avenida Gasteiz ni a la rotonda de América Latina. La gran mayoría de vehículos cumplió con ese recorrido autorizado, pero hubo quienes espontáneamente se desviaron por otros puntos de la ciudad llevando el caos circulatorio.
Los ánimos se caldearon con las autoridades policiales y se vivieron algunos momentos de tensión. El más importante en la 'rotonda de la Duna', donde al menos dos tractoristas fueron identificados por la Ertzaintza al desviarse de la ruta. Mientras, en la autovía el colapso fue total. Hasta ocho kilómetros de retenciones se registraron en la A-1 antes de que los tractores entrasen a la ciudad por Portal de Foronda. Una vez dentro circularon por calles que no estaban previstas como Francia, La Paz, Avenida de Gasteiz, Madre Vedruna, Juan de Garay o Zaramaga, donde cosecharon los aplausos y el apoyo de los viandantes.
«La agricultura y la ganadería en Araba son la base de nuestra identidad, cultura y tradición. Sin embargo, hoy en día estamos sufriendo una muerte anunciada, lenta y muy dolorosa», lamentaron durante la lectura del comunicado que se leyó ante la sede del Gobierno vasco tras cuatro otras de marcha lenta desde el Buesa Arena.
Todo el transporte público había sufrido afecciones, aunque Alavabus fue de largo el medio más perjudicado. Las líneas de Ayala sufrieron retrasos de hasta 50 minutos y en otras conexiones, como las de Vitoria con Bilbao, Miranda y Durango también se experimentaron retrasos de 20 minutos en algunos trayectos. En Tuvisa fuentes municipales admitieron «colapsos del servicio en varios puntos» a causa de los tractores que circularon por libre. Por la tarde volvieron a registrarse retenciones en calles como Ortiz de Zárate, Florida, Ramón y Cajal, Avenida Gasteiz o La Paz mientras los vehículos agrícolas se retiraban.
En Rioja Alavesa, los 'puntos calientes' volvieron a concentrarse en los grandes polígonos de la zona: El Carrascal, en Lanciego, Casablanca, en Laguardia y también en Oion. Hoy se repetirán allí las protestas mientras que en Vitoria la plataforma Araba Bizirik ha organizado una concentración frente al Parlamento vasco y anima a los agricultores y ganaderos a sumarse a ella.
Multas por cambiar de carril, usar el móvil o beber cerveza
La tractorada supuso un importante despliegue de efectivos de la Ertzaintza y la Policía Local. Fuentes municipales cifraron ayer en 22 los agentes urbanos dedicados específicamente a la protesta de los profesionales del campo, aunque detallan que otros 18 tuvieron que apoyar a sus compañeros. Por su parte, la Ertzaintza tuvo que emplearse a fondo en la tractorada, aunque sin grandes altercados. Según ha podido saber este periódico, más de una veintena de personas fueron identificadas por el cuerpo autonómico y se emitieron dos sanciones por desobediencia. Además se tramitaron multas a algunos tractoristas por cambiarse de carril, usar el móvil o beber cerveza. Uno de ellos, además, fue multado por conducir pese a tener retirado el carné. Pese a todo, las mismas fuentes insisten en que imperó «el respeto mutuo y la condescendencia policial».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión