Vitoria lee a sus autores

Convertidos en peregrinos literarios, miles de vitorianos acudieron este fin de semana a la plaza de España en busca de nuevos títulos que incorporar a sus bibliotecas. Ayudados por el buen tiempo, los libreros de la ciudad se afanaron en despachar a buen ritmo sus existencias de papel y tinta en una nueva edición de la feria del libro que, pese a acumular unas ventas «tirando a normales», sí repitió una curiosa tradición que arrancó el pasado año: que parte de los autores más vendidos sean vitorianos. A ninguno de los comerciantes del gremio les sorprendió la gran demanda de Los ritos del agua, la segunda parte de la trilogía de Eva García Sáenz de Urturi, que copó las ventas junto a Patria, de Fernando Aramburu, que se ha convertido en uno de los bestseller de los últimos años.

Aunque más discreta, Sonia Galdós también despachó a buen ritmo ejemplares de La pluma dorada, su novela publicada por Ediciones B, y en la categoría de cómics brilló El ala rota, de Antonio Altarriba. Incluso en los puestos se preguntaba si el joven Álvaro Arbina había publicado un nuevo libro el autor de La mujer del reloj trabaja ya en su próxima novela, que aún no tiene fecha; y la mesa de firmas reunía una amplia selección de obras de autores locales. Y es que Vitoria se ha acostumbrado a leer a sus escritores. «La gente tiene presente que hay muchos escritores de aquí potentes, y nos preguntan por ellos. Se interesan bastante», repasaba Gonzalo Villate, presidente del gremio de libreros de Álava.

«Al lector le gusta mucho reconocer los escenarios, que se hable de una familia conocida Y eso al propio escritor le anima. Sé de varios que van a sacar libro próximamente», agregó. Pero a pesar de ese tirón, «la feria ha estado normalita, no ha sido una avalancha de gente. Pero esperamos que acabe bien», señalaba ayer a mediodía al tiempo que añadía al top de ventas la literatura infantil. «Es una de las cosas que más nos gusta, que se acerquen chavales que empiezan a leer. Y se vende muy bien», valoró. Todo esto te daré, la obra de Dolores Redondo ganadora del Premio Planeta, estuvo «un poco más tímida, le está costando», apuntó. Aun así, muchos ejemplares cayeron en las bolsas de los clientes.

Ficción y ensayo

Los compradores pudieron llevarse ejemplares de La pluma dorada dedicados por su autora, que firmó sábado y domingo. «Que la gente venga a saludarte y a preguntar por el libro hace mucha ilusión, es una satisfacción», confesó Galdós. A través de la historia de una mujer en los años 20 rinde ese homenaje «a esas mujeres que la historia ha olvidado, pero que lograron lo que hoy tenemos». Con una nueva novela en proceso, la buena valoración que recibía ayer de sus lectores le animaba a seguir en esa línea.

Compartió mesa con la historiadora Virginia López de Maturana, que tras recopilar 40 textos de historia de España usados en Selectividad y la Universidad y traducirlos al euskera se plantea sumergirse en la ficción histórica. «La historia siempre despierta interés, y me encantaría hacer una novela. Es algo que tengo en la cabeza, pero necesita mucho tiempo y estudio», reflexionó. A su lado, el investigador Germán Ruiz Llano despachaba ejemplares de su Álava, una provincia en pie de guerra, el texto de su tesis doctoral sobre la Guerra Civil y la movilización que hubo en la provincia.