El PP denuncia que las ayudas sociales municipales «crecieron hasta los cinco millones en 2016»
Achaca este crecimiento, «el récord del Ayuntamiento en un año con descenso del paro», a la concesión de las prestaciones en metálico y reclama más control
Daniel González
Miércoles, 8 de febrero 2017, 13:17
El incremento del gasto en las ayudas municipales del Ayuntamiento de Vitoria, que en 2016 creció hasta los 5,1 millones frente a los 2,8 presupuestados, ha activado las alarmas del PP. Esta mañana la concejala popular Ainhoa Domaica ha denunciado en rueda de prensa que estas prestaciones «se han disparado» en un año en el que la ciudad experimentó un importante descenso del paro. A pesar de esta circunstancia, el sistema de apoyo a las familias que el Consistorio financia con fondos propios es independiente de las Ayudas de Emergencia Social (AES), que costea en buena medida el Gobierno vasco; y de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) que gestiona Lanbide- sufrió un crecimiento respecto a 2014, «el año más duro de la crisis con 21.035 parados», recordó Domaica.
La edil destacó que el año previo, en 2015, también hubo una subida del gasto, que achacó a la entrada del PNV en la alcaldía y su cambio de filosofía a la hora de realizar la gestión de estas ayudas. Entonces la factura anual fue de 4.225.357 euros, mientras que en 2014 el Gabinete Maroto sólo destinó 3.677.190. De ahí que Domaica quisiera buscar una explicación a esta drástica subida «cuando la situación de necesidad ya no es la misma, sino mucho menor» y descartando que se trate de un complemento a los salarios porque eso lo cubre la RGI.
Con la tarjeta ciudadana
Y su análisis, elaborado con los diferentes datos recopilados a lo largo del año, apunta a que es a causa del giro del equipo de gobierno hacia la concesión de estas ayudas con dinero en vez de ofrecer a las familias la prestación en especie, lo que a su juicio permitiría un mayor control de que el dinero se destina realmente a esa necesidad. Domaica puso como ejemplo la aplicación de la tarjeta ciudadana a la hora de entregar las ayudas alimentarias, que facilitaba comprar la comida con el saldo que el Ayuntamiento cargaba en su monedero. Algo que, denunció, los nuevos gestores han ido dejando a un lado para volver a entregar dinero.
Para el PP esta situación hace que las ayudas escapen a un control eficaz, y fomentaría su crecimiento. Por ello, y a la vista de que el departamento de Políticas Sociales prepara una revisión del catálogo de las ayudas municipales y el acceso a las mismas, Domaica reclamó un mayor control, a través de las facturas y el seguimiento del gasto, de las prestaciones que se concedan.