Álava convocará dos OPES para contratar 137 bomberos en tres años

El plan ideado en los últimos meses por el Gobierno foral para transformar el servicio de extinción y prevención de incendios que opera hoy en Álava ha dado esta semana el salto del papel a la práctica con el visto bueno recibido por el organismo autónomo que pasará a gestionar estos recursos y que se fija, entre otros objetivos, dar respuesta a cualquier incidencia que ocurra en el territorio "en un tiempo máximo de 25 minutos". El nuevo modelo pretende liquidar "una deuda histórica" en la materia y caminar hacia una atención "pública, profesional, eficaz, de calidad, segura y eficiente", expuso ayer la diputada de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, Pilar García de Salazar, en la presentación del proyecto.

El servicio actual que se sostienen en el consorcio de Ayala, las unidades comarcales (Espejo, Laguardia, Salvatierra y Campezo) y los convenios con otras administraciones resulta, a su juicio, "ineficiente e insuficiente" por no responder a las necesidades del territorio. La "solución", aseguró, pasaba por la creación del organismo autónomo. Sus funciones será múltiples pero entre ellas destaca la prevención como "elemento proactivo y pilar básico", por ejemplo, en forma de visitas en busca de la concienciación a domicilios, centros educativos, residencias o domicilios. En este nuevo recurso, que se encuentra pendiente de recibir la aprobación de las Juntas Generales, se encuadrarán los 185 profesionales que en 2019 conformarán la plantilla total de bomberos.

Espejo o Laguardia

Muchos de ellos entrarán a través de las dos ofertas públicas de empleo que convocará la Diputación alavesa para reforzar el servicio, que de manera progresiva abrirá las unidades comarcales a jornada completa. Todas estarán operativas 24 horas para finales de 2018 (ver ficha) aunque todavía queda por decidir cuál será la primera en trabajar bajo esta fórmula. En un primer momento se barajó que fuera Espejo, pero la institución foral se encuentra aún pendiente de la respuesta de Burgos así que de no salir adelante esta idea se optará por comenzar por Laguardia, la más alejada de la capital alavesa. La apertura del parque central de Iruña de Oca, cuya obra será licitada este mismo año, supondrá otro hito pues, además de sumar un recurso, a partir de entonces se funcionará con seis turnos y cada salida tendrá un cabo y tres bomberos, uno más en Ayala.

García de Salazar advirtió de que estos cambios implican "un importante esfuerzo económico" para las arcas forales ya que el servicio de bomberos pasará de recibir unos 6 millones este ejercicio a 11 en 2019 cuando el nuevo modelo sea totalmente una realidad. Además, apuntó, en los próximos años se invertirán otros 6 millones en diversas intervenciones. "El objetivo es velar por la seguridad de la sociedad alavesa y de los propios trabajadores", afirmó.