Álava sigue a Vitoria y se convierte en territorio libre de desahucios

Álava está marcada desde ayer en el mapa como territorio libre de desahucios después de que todas las formaciones con representación en las Juntas Generales coincidieran en la necesidad de dar un paso más para poner freno a este «drama» que, en el segundo trimestre del año, se tradujo en esta provincia en 101 lanzamientos por ejecución hipotecaria, el doble que en el mismo periodo de 2014. Los grupos, con la abstención del PP, aprobaron una moción impulsada por la plataforma Kaleratzeak Stop Araba en busca de soluciones a través de la Diputación. A la institución foral le instaron a «poner todos los medios y recursos necesarios» para la paralización de desalojos y garantizar, en caso de producirse, «una alternativa habitacional» para las personas que han perdido su hogar.

EH Bildu, Podemos e Irabazi presentaron la iniciativa en la Cámara alavesa que, de esta forma, se sumó a la lista de puntos libres de desahucios que a finales de septiembre recibió a Vitoria y hace sólo una semana a Gipuzkoa. «Vamos a seguir los mismos pasos para asumir un compromiso claro y efectivo», explicó la procuradora de la coalición independentista, Nerea Martínez, consciente de que «desde la Administración no se puede estar al margen». En especial, en una provincia que ha visto cómo se incrementaban los lanzamientos mientras en el resto de Euskadi caían un 12%. Koldo Martín, de Podemos, compartió la necesidad de adoptar «medidas reales y que sirvan». El líder de la formación de los círculos señaló a los bancos como culpables de la situación -«son gigantes devorapersonas», calificó- y advirtió de que los desalojos aparecen como «la consecuencia más visible de otras muchas que permanecen invisibilizadas» desde el estallido de la crisis. José Damián García-Moreno (Irabazi) se mostró menos beligerante, pero reiteró el valor de la moción en un intento de «que nadie se quede en la calle».

Petición a cajas y bancos

Las palabras de los promotores del documento se encontraron en el pleno foral con el respaldo del resto de grupos, aunque con matices. El peneuvista Joseba Ziarsolo no ocultó su «deseo de que, sean cuales sean las medidas, resulten eficaces para acabar con esta sangrante realidad», y la socialista Eva Jiménez apoyó el texto como «una declaración de intenciones» para acabar con los desahucios. Sólo el PP se descolgó con su abstención pues, explicó su juntera Alicia Ruiz de Infante, el partido «comparte la filosofía y la preocupación», pero la moción contiene «puntos que se exceden de las competencias de la Diputación».

La iniciativa reclama a la institución foral, además de habilitar todos los mecanismos antidesahucios, que designe a una persona u organismo para trabajar en su prevención. También insta a las entidades financieras que trabajan en Álava tanto a la paralización de los desalojos de deudores de buena fe como al intercambio del censo de viviendas vacías de las que sean titulares, la puesta de este stock a disposición de programas públicos de alquiler social o la aplicación de la normativa comunitaria sobre cláusulas abusivas.