Bostezos por el Gasteiz Antzokia
El Ayuntamiento sigue sin construir la 'casa del euskera' anunciada hace seis años y puede perder unas jugosas ayudas europeas
Iosu Cueto
Lunes, 14 de abril 2014, 10:10
Suelo «de linóleo», un escenario con un sistema que le permitiría «cambiar de color» y una mesa de sonido para grabar los conciertos. En su interior habría música, danza, teatro, magia y cuentacuentos. Los beneficios del bar-restaurante ayudarían a sustentar el coste de la actividad y la casa del euskera se convertiría así en un motor cultural. A principios de 2011, un documento municipal detallaba de esta manera el interior del futuro Gasteiz Antzokia. El dossier resumía más de dos años de debate entre los técnicos municipales y diversos colectivos euskaltzales. A día de hoy, el proyecto sigue rodeado de incógnitas y hay quien da por hecho que esta legislatura terminará dentro de un año sin que se haya puesto una sola piedra.
Las dudas son comprensibles cuando un proyecto se anuncia a bombo y platillo y luego no hace más que dar tumbos. La idea fue propuesta hace seis años por el que por entonces era el único concejal de EA Antxon Belakortu, hoy integrado en la coalición EH Bildu. De hecho, el equipamiento se incluyó en el presupuesto de 2008, apoyado por el PNV y el PSE. Este amplio respaldo económico y político parecía suficiente como para que la casa del euskera se convirtiera en realidad, pero la fase embrionaria se fue alargando y después arrancó un interminable carrusel de posibles ubicaciones. Durante la pasada legislatura se habló de utilizar el Banco de España o de construir un nuevo edificio en El Campillo, pero tras la llegada del Gabinete Maroto la veleta municipal volvió a girar. El PP negoció primero para utilizar los cines Guridi pero al final decidió volver al Casco Viejo y levantar el complejo sobre el antiguo Depósito de Aguas.
El Gasteiz Antzokia debería estar terminado para finales de 2015 si Vitoria quiere beneficiarse de fondos comunitarios a través del Plan Urban. Si no llega a tiempo, el Ayuntamiento deberá pagar de su bolsillo los cerca de 4 millones el presupuesto también ha sufrido altibajos que podría costar. Se estima que las obras podrían durar un año, así que la cuenta atrás ha comenzado. No sólo hay que convocar el concurso y seleccionar una constructora, sino que además hay que terminar la necesaria modificación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del Casco Viejo.
A pesar de todo, el concejal de Urbanismo, Miguel Garnica, sigue pidiendo calma. El edil ha planteado la posibilidad de acelerar los plazos con un concurso de licitación tramitado por la vía de urgencia. También cree posible pedir «una prórroga» a Europa para no perder las ayudas. Lo que está claro es que el proyecto necesita un acelerón para recuperar el tiempo perdido.