Lazcoz llama a aunar esfuerzos para hacer de Vitoria «un referente del siglo XXI»
La ciudad «salda una deuda» con Chillida y Peña Ganchegui con la entrega de la Medalla de Oro
ADOLFO LORENTE a.lorente@diario-elcorreo.com
Viernes, 6 de agosto 2010, 14:39
«Hoy, en el día más grande la capital de Euskadi (...) quiero trasladarles la convicción de que estamos en el buen camino, que comienza el tiempo de la esperanza y de la ilusión». Después de muchos meses de zozobra económica marcada por la incertidumbre, ayer tocaba mirar al futuro inyectando ciertas dosis de optimismo a una sociedad que tiene mucho que decir para hacer de «Vitoria un referente del siglo XXI», como arengó el alcalde, Patxi Lazcoz, durante su discurso en la tradicional recepción de La Blanca, celebrada un año más en el Palacio Zulueta.
Ante numerosas personalidades y personajes de referencia de la sociedad alavesa, como el delegado del Gobierno central en Euskadi, Mikel Cabieces; el diputado general, Xabier Agirre, o el presidente de las Juntas Generales, Juan Antonio Zárate, o la consejera vasca de Cultura, Blanca Urgell, Lazcoz abogó por la creación de una plataforma que logre «conformar una ciudad abierta, singular, moderna, competitiva y generadora de oportunidades para el empleo». «Este cambio tranquilo aunque tenaz al que les invito pretende mantener a Vitoria como un referente en el desarrollo sostenible y en la cohesión social», apostilló.
Como ya es costumbre, el alcalde se inclinó por incorporar una significativa carga emocional. Para muestra, algunos botones: «No concibo amar a Vitoria sólo en su ensanche decimonónico. Vitoria es mucho más»; «no cabe la nostalgia del pasado sino la altura de miras y la ilusión por ese maravilloso futuro que nos espera» o «tengo el deber de preparar a Vitoria para un nuevo tiempo, en el que avanzar no es una opción sino una obligación irrenunciable».
Esfuerzo de los trabajadores
Al margen del agradecimiento y las loas a los galardonados a título póstumo con la Medalla de Oro de la ciudad, Eduardo Chillida y Luis Peña Gan chegui, Patxi Lazcoz articuló su discurso sobre tres ejes: crisis económica, proyectos ya impulsados y retos de futuro. En el primer capítulo, se mostró convencido de que lo peor de la crisis ya ha pasado como así lo evidencian los seis meses consecutivos de bajada de paro que ha registrado la provincia. «Los datos que sirven a este nuevo diagnóstico conforman un puzzle preciso, ya no son estimaciones», se felicitó. Eso sí, nada de lanzar las campanas al vuelo: «la prudencia a la que estamos obligados los representantes públicos recomienda moderación en las valoraciones y ecuanimidad en las previsiones. Ninguno de estos datos supone consuelo alguno para las miles de personas que aún están en paro».
En este contexto y tras reiterar que el Ayuntamiento «no va a cejar en su empeño» para buscar una salida a todas esas familias que lo están pasando mal, el regidor socialista hizo «un reconocimiento público» a los miles de trabajadores que «han realizado sacrificios» salariales para intentar salir del pozo de la crisis. «Nos han dado una lección de solidaridad», enfatizó. Pero no sólo la clase proletaria, también los empresarios -destacó Lazcoz-, quienes en situaciones tan duras como la actual «lo arriesgan todo, manteniendo su actividad e incluso abriendo nuevos negocios, creando riqueza y empleo (...) Con muchísimo sacrificio, han mantenido sus proyectos contra viento y marea, hipotecando su propio patrimonio antes incluso de prescindir de un trabajador».
Grandes proyectos
Ante numerosos compañeros de partido y gran parte de la Corporación municipal, el alcalce se comprometió a huir de los mensajes autocomplacientes y encarar el futuro «afrontando los problemas, asumiendo retos y tomando decisiones». Como lo ha venido haciendo durante los tres años de mandato,vino a decir entre líneas. Porque a renglón seguido, enumeró algunos de sus principales «logros»: «uno de los planes de movilidad sostenibles más ambiciosos de Europa»; el impulso al soterramiento del ferrocarril; el proceso de transformación del Casco Medieval, el Plan Alhóndiga, el Plan Renove, la candidatura a los «Oscar europeos de la sostenibilidad» o la puesta en servicio del centro cívico Ibaiondo.
No sólo se habló de presente, también de futuro, con hitos tan relevantes por cumplir como el flamante auditorio, cuyo proceso de licitación de las obras, desveló, comenzará en septiembre. También está pendiente la construcción de la nueva estación intermodal de autobuses, cuyos trabajos empezarán «la próxima primavera», y la prolongación del tranvía por el Sur de la ciudad, un proyecto consensuado por todas las fuerzas políticas para seguir vertebrando Vitoria en un intento de evitar que haya ciudadanos de primera y de segunda.
Respecto a los galordanos con la máxima distinción de la ciudad, el alcalde lamentó que «han sido demasiados años de un desencuentro entre Vitoria y los autores del monumento -la plaza de Los Fueros- que mejor simboliza la recuperación de la democracia en el País Vasco». Tras alabar que Chillida y Peña Ganchegui asumieron «el reto de convertir en algo tangible las sensaciones, sentimientos y aspiraciones de toda la sociedad», Patxi Lazcoz reconoció que Vitoria ha dado «durante demasiado tiempo la espalda a una obra llena de símbolos de la libertad».