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Cientos de jóvenes accedieron al recinto de la fiesta sin entrada
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Cientos de jóvenes accedieron al recinto de la fiesta sin entrada

La Policía tiene serias dudas sobre la versión oficial de la fiesta de Halloween

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Viernes, 2 de noviembre 2012, 16:39

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Cientos de jóvenes accedieron al recinto del Madrid Arena sin entrada y en el momento en el que el músico y DJ Steve Aoki, principal atracción de la fiesta de Halloween, en la que murieron tres chicas, comenzó su actuación.

Así lo han asegurado fuentes de la investigación, que han señalado también que en el lugar donde se produjo la avalancha se han encontrado los restos de una bengala, una de las causas que pudo contribuir a la huida descontrolada de los jóvenes.

Las mismas fuentes han explicado que, según se desprende de las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora, en torno a las tres de la madrugada del jueves comenzó la actuación del DJ y fue en ese momento cuando se produjeron dos grandes movimientos de personas que confluyeron en el pasillo central.

Por un lado, un gran número de jóvenes que desde la pista central quería acceder a las gradas para ver mejor a Steve Aoki y, por el otro, cientos de personas que estaban fuera del recinto y que nada más empezar la actuación accedieron sin entrada y de forma descontrolada sin que la seguridad pudiera evitarlo. Los dos grupos confluyeron en el pasillo central, chocaron entre ellos, formaron un tapón y se produjo la avalancha que, además, agravó cuando una persona encendió una bengala en esa misma zona.

Una estampida de la que muchos de los asistentes a la fiesta ni siquiera se percataron. De hecho, la música continuó mientras la Policía comenzó a desalojar poco a poco el recinto para evitar males mayores. No obstante, tres chicas fallecieron y otras dos, una de ellas menor, resultaron heridas muy graves.

Dudas de la Policía sobre la versión oficial

La investigación apenas acaba de comenzar, todos son por ahora hipótesis, pero las fichas no encajan. La Policía Judicial ya tiene serias dudas de la versión oficial de lo ocurrido en la fiesta de Halloween. Por lo pronto, los primeros testimonios recogidos por el Grupo de Homicidios no hablan de una sola avalancha, sino de continuos apelotonamientos humanas y colapso en los dos únicos vomitorios del Madrid Arena que daban acceso a la pista central. Agolpamientos masivos, antes incluso, de las cuatro de la madrugada, cuando comenzó la actuación más esperada del Thriller Music Park, la del dj Steve Aoki, durante la que se produjo la avalancha mortal.

Según los testimonios recogidos, los movimientos de centenares de jóvenes para entrar y salir de la pista central no se controlaron ni se canalizaron en ningún momento. Las primeras investigaciones también ponen en duda de que la avalancha en la que perecieron las jóvenes fuera provocada por artefacto pirotécnico, tal y como sostiene la empresa organizadora Diviertt S.L. y el propio Ayuntamiento de Madrid.

Efectivamente, en el recinto explosionaron varias bengalas y petardos, pero los testigos aseguran que ningún artefacto provocó una estampida, sino que la avalancha mortal se creó por si sola poco a poco- cuando una muchedumbre quiso acceder a la pista central para ver de cerca a Aoki y quedó bloqueda por la multitud que ya estaba en el centro del recinto. Al menos un vídeo da cuenta de que la bengala a la que apela el consistorio y los organizadores se encendió cuando la montonera humana ya estaba formada y los servicios de seguridad trataban de rescatar a la gente atrapada.

Los testigos han asegurado a la policía que solo dos pasillos de los nueve que daban a la pista central estaban abiertos al tránsito, con el consiguiente colapso. El personal de seguridad bloqueó el resto de los vomitorios, cortando así también el acceso a las salidas de emergencia, que se encontraban a ese nivel.

Sospechas del aforo

En el tema del aforo, más que dudas son sospechas serias. El vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, se apresuró ayer a desmentir que hubiera exceso de aforo. Aseguró que la empresa solo vendió 9.650 entradas para un espacio que podía acoger hasta 10.600 personas. Sin embargo, Diviertt comunicó al consistorio, a través de documentos oficiales, que el evento sería para 7.000 personas aproximadamente. Son varios los testigos, además, que aseguran que desde los altavoces de la sala se anunció que eran 15.000 las personas congregadas.

El plan de seguridad diseñado para el evento se realizó sobre 7.000 personas, según sospechan los investigadores, un 33% menos de seguridad y de asistencias médicas: 75 personas de vigilancia, dos médicos y dos ATS para toda la multitud.

Los mandos de la investigación no descartan además que hubiera personas en el recinto sin entradas, habida cuenta de los fallos localizados en los controles de acceso: desde la entrada de menores a la fiesta (como una de las heridas) a la introducción de materiales peligrosos (como las propias bengalas y petardos). Varios testigos ya han apuntado que varios momentos no se realizaron inspecciones de los bolsos y mochilas como es preceptivo en cualquier evento de esta magnitud.

Declaraciones del juez decano de Madrid

Por su parta, el juez decano de Madrid, José Luis González Armengol, ha asegurado hoy que la clave fundamental en la investigación es averiguar si se ha superado o no el aforo correspondiente. El magistrado ha explicado que el número de personas presentes en la fiesta por metro cuadrado se puede comprobar mediante el análisis de vídeos, fotografías y otros estudios.

Ha destacado que controlar si se supera o no el aforo en ese recinto es competencia de la Policía Municipal, mientras que la seguridad del edificio, donde no pueden entrar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es de la empresa de seguridad que contrate la organización del evento.

En la investigación de este suceso, cree que también es importante conocer por qué se ha permitido la entrada a menores cuando no estaba permitido y por qué se ha introducido alcohol en mochilas cuando estaba prohibido. A este respecto ha recordado que el control de las entradas era competencia de la empresa de seguridad contratada para ese evento.

Ha explicado además que, según la normativa, cuando hay un evento de este tipo, la empresa contratante tiene que ajustarse al plan de autoprotección, que tiene que contar con el visto bueno del titular del inmueble, que en este caso es una empresa pública del Ayuntamiento de Madrid.

Según el juez decano, el plan de autoprotección comporta tres parámetros: el aforo, la seguridad del edificio y el control de las evacuaciones. En cuanto al control de las evacuaciones, en las salidas tiene que haber personas de seguridad por si se producen avalanchas como ha ocurrido en este caso.

El juez decano de Madrid ha indicado también que había constancia de que en este mismo lugar se habían producido algún tipo de incidencias tales como intoxicaciones por ingesta de drogas y de alcohol.

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