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J. GÓMEZ PEÑA |
Jueves, 12 de noviembre 2009, 12:18
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Hace tiempo que las bicicletas entraron en los laboratorios. Allí dentro las pulen y afinan. Son tratadas como naves espaciales. Cuando salen de las probetas, son máquinas perfectas: cuchillas contra el viento, tan ligeras como letales. Siempre al límite del peso. Aunque algunas, ...
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