Deberes por la gripe: 'Lavarse cinco veces las manos en el colegio'

La gripe A no va a alterar el calendario académico de Euskadi. El Departamento vasco de Educación, a cuyo frente está Isabel Celaá, ha decidido en coordinación con el de Sanidad, cuyo titular es Rafael Bengoa, mantener las fechas previstas para el inicio del nuevo curso escolar. Tal y como estaba previsto, los escolares más pequeños -los bebés de hasta dos años de las guarderías públicas gestionadas por el consorcio Haurreskola- serán los primeros en abrir las aulas. Lo harán exactamente dentro de una semana. A partir del martes 8 se incorporarán los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria. Son en total

1.312 centros educativos, 420.000 escolares, 37.000 profesores y 16.000 empleados de la Administración y servicios. El calendario se completará el día 17 con la apertura de universidades y centros especializados.

Si el arranque de un nuevo curso acarrea siempre complicaciones de tipo organizativo, en esta ocasión tiene una dificultad añadida: el virus AH1N1 que, a la vista de lo sucedido en otras latitudes, puede campar a sus anchas entre la población en cuanto el otoño haga su aparición. Pese a que Educación no ve motivo alguno para retrasar el inicio de las clases, Celaá compareció ayer de la mano de Bengoa para dar a conocer las medidas que se pondrán en marcha a partir de la próxima semana en los centros educativos para hacer frente a la pandemia, para «dificultar el contagio» (en el ámbito escolar), en palabras de la consejera.

Para lograr este objetivo, Educación no escatimará medios en transmitir a la comunidad educativa y a las familias la importancia que tiene «extremar la higiene». Los escolares tendrán este curso una nueva tarea añadida a las habituales: lavarse las manos a conciencia cinco veces dentro del horario lectivo. Así, lo primero que tendrán que hacer nada más llegar al centro será dirigirse a los aseos y hacer uso de jabón líquido para frotarse palmas y dorsos, entrelazando los dedos sin olvidarse de las uñas, muñecas y de la zona que rodea los pulgares. Para secarse se utilizarán siempre toallas de papel. La misma operación se repetirá de forma rutinaria al volver del recreo, antes de comer, después de ir al baño y al salir del centro.

No intercambiar material

A esta medida de limpieza se añadirán otras como potenciar la utilización de material desechable y evitar el intercambio innecesario de objetos de uso personal, como pueden ser juguetes. Pese a admitir la «dificultad» que entraña esta última iniciativa, Celaá consideró que «hemos de aprovechar la existencia de esta gripe para seguir incidiendo en la adopción de hábitos de vida saludables».

Estas propuestas higiénicas forman parte del protocolo de actuación, así como de un plan de contingencia que permita a los centros educativos afrontar la pandemia en las mejores condiciones posibles. Las normas han sido elaboradas por una comisión específica de seguimiento de la nueva gripe en el ámbito escolar que preside la propia consejera y en la que participa personal de Sanidad. A la espera de escuchar también a las familias y a los profesionales del mundo educativo, la comisión se ha dedicado hasta ahora a preparar la información que se facilitará a los centros, de forma que sea una «información clara, precisa y con una sola voz» a fin de evitar mensajes contradictorios.

Entre las primeras decisiones adoptadas figura el reparto a todos los centros educativos públicos y privados, antes de comenzar su actividad lectiva, 8.000 carteles explicativos sobre la enfermedad. Asimismo, todos los escolares, desde los niveles de Infantil hasta la Universidad, contarán el primer día de clase con un folleto en el que se explican las características generales de la gripe y la forma de afrontarla. De este folleto explicativo se han editado un total de 500.000 ejemplares. Asimismo, las familias dispondrán de una carta realizada específicamente para la ocasión, en la que se explican los síntomas de esta enfermedad y se proporcionan una serie de recomendaciones.

Además, la consejera ha iniciado esta misma semana una ronda de reuniones con diversos estamentos educativos. De momento, se ha entrevistado con las federaciones de las AMPAS (asociaciones de madres y padres) y titulares de ikastolas y colegios concertados. Estos encuentros continuarán la semana próxima con los responsables de otros centros, sindicatos, la Asociación de Municipios Vascos-Eudel, dado que algunas guarderías dependen de esta entidad, y los rectores de las tres universidades vascas.

Entre las pautas dadas en estos encuentros, figura la obligación de los centros de proporcionar a los responsables educativos un «parte diario de ausencias e incidencias» tanto de profesores o alumnos. Ante la aparición de un posible caso de gripe en un aula, el alumno supuestamente afectado deberá separarse del resto hasta que lo recojan sus familiares o tutores. Si se confirma el contagio, el enfermo deberá permanecer en su casa hasta veinticuatro horas después de que desaparezca la sintomatología «y nunca menos de siete días naturales».

¿Cierre de aulas?

La consejera señaló que en todos estos encuentros se transmite la idea de que las medidas hasta ahora acordadas no tienen carácter definitivo, ya que responden «al contexto actual. No estamos ante una foto fija, sino ante una situación epideomológica cambiante».

¿Prevé Educación cerrar aulas si la epidemia afecta a un número importante de alumnos de una clase? La pregunta no tiene por ahora una respuesta clara. «No contemplamos medidas como ésa en el nivel actual de contagio. A día de hoy no sabemos qué requisitos obligan a cerrar un aula. Antes de cerrar existen otras medidas que se pueden adoptar, como agrupar aulas», fue lo más que dijo Isabel Celaá. No obstante, recordó que ante una situación extraordinaria, los directores de los centros tienen «la facultad de tomar decisiones organizativas extraordinarias» en coordinación con la delegación de Educación. «No contemplamos ahora medidas que eventualmente podamos tener que poner en marcha porque estamos con una media de contagio pequeña. Iremos viendo», zanjó.