Zapatero pide la mayoría en Euskadi «para tender puentes» entre vascos

José Luis Rodríguez Zapatero quiere reunir el próximo 9 de marzo una «amplia mayoría» de papeletas de voto en Euskadi para «acabar con ETA», «tender puentes y romper barreras» entre los ciudadanos vascos. El candidato del PSOE a revalidar la Presidencia del Gobierno pidió a los votantes que le den «fortaleza» para asentar la convivencia en el País Vasco y conseguir que «todo el mundo en esta tierra se sienta libre» y pueda «compartir su identidad y su bandera con quienes defienden otra identidad y otra bandera». «Esta tierra es de todos y para todos», proclamó ayer ante los miles de militantes y simpatizantes de su partido que abarrotaron dos pabellones del BEC habilitados para dar cabida al mitin central de la campaña socialista en Euskadi.

Zapatero no entró en detalles, pero sus planes para buscar esa concordia no coinciden con los de el lehendakari y el tripartito. Aunque en el mitin ni siquiera aludió a la 'hoja de ruta' de Juan José Ibarretxe, sí lo hizo en una entrevista emitida en diferido por Antena 3 poco después. En este sentido, fue tajante al garantizar que no se celebrará «el referéndum del que habla el señor Ibarretxe desde el año 2000». Por ello, expresó su confianza en que el jefe del Ejecutivo vasco abandone la idea de convocar la consulta «sin tener que llegar a una tensión» que no sería buena para nadie.

El presidente del Gobierno, en cualquier caso, se presentó en Barakaldo como el gobernante del «diálogo y el encuentro», el político capaz de arriesgar y «dar lo mejor» de sí mismo, «lo más alto de mis ideales, lo más profundo de mis sentimientos, para trabajar por ver el fin de la violencia y la paz en esta tierra».

Aunque escaldado por el fracaso del proceso de paz, el líder socialista se agarró también a este argumento para pedir el voto de los ciudadanos de Euskadi. «Pido a la sociedad vasca que no dé ni un amparo ni un respiro a los violentos después de que, tras mi esfuerzo, se ha comprobado, que sólo saben hablar el lenguaje del dolor, las bombas y la extorsión». «Si somos más fuertes -recalcó- seremos capaces de acabar definitivamente con la violencia, hacer que la democracia, que ya ha ganado, acabe con ETA».

Como hace cuatro años, Zapatero esgrimió su «talante» con una amplia sonrisa que borró al referirse, en sentido contrario, al Partido Popular. «Les pido el voto para que no exista el riesgo de que el 9 de marzo pueda ganar la política de la confrontación, del aquí vale todo, sólo por la ciega ambición de poder», señaló.

Mucho más duro había sido poco antes el secretario general del PSE-EE, Patxi López, que le precedió en el uso de la palabra. Indignado por el hecho de que Mariano Rajoy volviera a acusar el lunes a Zapatero de «traicionar a las víctimas del terrorismo», López recordó el daño que ETA ha infligido al socialismo y proclamó que «sólo por eso, os digo que (los populares) no ganarán estas elecciones, porque estas elecciones no las van a ganar los miserables, sino los dignos, los que dignifican la política y no la asocian con insultos y mentiras».

Nueva ley

En una campaña marcada por los mensajes repetitivos de uno y otro partido, Zapatero abrió el mitin de Barakaldo con un compromiso nuevo y muy concreto. Al día siguiente de la jornada más negra de la reciente historia de la violencia contra las mujeres en España -cuatro víctimas mortales este martes-, reconoció que la Ley contra la Violencia de Género aprobada durante esta legislatura «ha sido útil, pero no suficiente». Por ello, prometió que si gana las elecciones convocará la siguiente semana «a la conferencia de presidentes autonómicos, para elaborar un plan conjunto de lucha contra esta lacra. No pararé hasta acabar con ella», sentenció.

El líder socialista repasó también muchas de las «demagógicas» ofertas electorales del PP y se detuvo especialmente en los planes de Rajoy sobre inmigración. «Hablan de los inmigrantes como si fueran mercancía o personas que vienen a España a delinquir», denunció. En este sentido, recordó las declaraciones de Miguel Arias Cañete sobre las mujeres ecuatorianas que acuden a la Sanidad pública para someterse a mamografías. «Les molesta que lo hagan, y dicen que lo que pasa es que, en su país, estas mujeres necesitan ocho meses de sueldo para poder costearse esta misma prueba. ¿Y éstos son los que van a misa todos los domingos? ¿Cuánta hipocresía!», sentenció.