El Adif cierra el acceso a la pasarela, pero no da respuesta a la eliminación del paso a nivel

Un enrejado metálico se ha incorporado en los últimos días a la pasarela peatonal de El Crucero; levantada hace cuatro años, pero nunca abierta formalmente. Los nuevos elementos sellan las entradas a esta estructura que no cumple con las medidas de seguridad requeridas y que, en el futuro, quedaría condenada a la chatarra ante la posible incorporación de este tramo de la línea Madrid-Irún en la red de alta velocidad.

El cierre ahora sí, ya hermético responde a una de las exigencias de la Asociación de Vecinos de El Crucero, que ha visto durante todo este tiempo como el paso elevado era utilizado puntualmente por adultos y niños debido a la endeblez de las medidas de cierre que tenía: una valla amarilla de obras en uno de sus extremos y cintas plásticas rotas en el otro.

Hoy se advierte no solo de que se trata de un camino cortado. También se han colocado dos señales informativas con un mensaje que, por tratarse de una instalación que lleva años en pie, se antojan curiosos:Prohibido el paso a toda persona ajena a la obra.

Esta nueva situación se deriva de la solicitud formal que el Ayuntamiento, tras reunirse con representantes del colectivo vecinal, realizó al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a finales de marzo. Entonces el alcalde Fernando Campo aseguró que la entidad pública había aceptado como medida de aplicación inmediata el incremento de las medidas de cierre en la estructura peatonal. Pese a no precisar cuáles eran los problemas que habían impedido su apertura al público en años, el alcalde llegó a desmentir lo planteado en declaraciones a ELCORREO apenas unos días antes por su concejal de Obras y Servicios. Gustavo Modino, trabajador del Adif, explicó que el puente se levantó sin respetar la distancia mínima exigida a una línea eléctrica de media tensión, con un pequeño centro de transformación aéreo.

Un error de cálculo de la sociedad pública estatal que sumaba al principal problema que aún está pendiente de solución:la eliminación del único paso a nivel que existe hoy en la ciudad. Problemas de peralte e incluso la altura insuficiente de la valla en la parte más alta de la pasarela han sido otras de las explicaciones que han dado los propios vecinos afectados.

Campo, sin embargo, se inclinaba más hacia el escaso futuro de la polémica pasarela con la llegada del AVE relegando así cualquier posible intervención del Adif para posibilitar un posible desplazamiento de la línea eléctrica, que presta servicio a una empresa situada en las inmediaciones. «Eso es absolutamente claro. Está prohibido. Lo que sí puede existir es el paso inferior».

Y en ese asunto tampoco se ha producido ningún avance. Casi un mes después de solicitarse una reunión con el Adif, no se ha producido respuesta alguna. El alcalde admite la dificultad de iniciar un proceso de negociación con carácter más o menos inmediato por lo inminente de las elecciones municipales y autonómicas «y los movimientos políticos» que se están sucediendo en distintos cargos de responsabilidad. Así las cosas, el objetivo marcado es «intentar que este año se saque la contratación de unas obras» cuyo coste se estima en 1,2 millones de euros y que supondría habilitar una conexión en paralelo a la vía y fuera de la afección del estudio informativo del AVE, hasta comunicar con el camino que sale del paso actual de El Crucero hacia la carretera nacional.

Como fórmula de financiación se solicita a la sociedad dependiente del Ministerio de Fomento que haga uso de un fondo económico de libre disposición que estaría dotado con alrededor de 180 millones de euros para actuaciones no previstas en todo el país, según la información facilitada en su momento por Alcaldía. Los vecinos acordaron posponer cualquier movilización hasta no obtener respuesta a esta solicitud oficial. Amenazaron con impedir el tránsito de los trenes, a la altura del paso a nivel, «en distintos horarios y días».