Contra las inclemencias del tiempo

En algunas casetas sería suficiente con llevar a cabo alguna reparación, aunque en otras la sustitución integral de los tejados es imprescindible tras los daños causados por al granizada del 23 de junio. Pero con independencia de daños, la Cofradía va a abogar por que se lleve a cabo la renovación de todas las cubiertas, de las 70 que hay, retirando las planchas de resina que emulan la teja para sustituirlas por unas de chapa que, eso sí, deberán adaptarse a las condiciones que determine el Plan General de Ordenación Urbana y la Junta de Castilla y León, por tratarse de una zona de esparcimiento natural. Se apuesta por buscar un material que conjugue «valores estéticos, para que el aspecto sea uniforme, y un coste que sea asumible, porque la financiación va a ser complicada», reconoció el presidente de la entidad, Álvaro de Gracia.

El informe detallado, encargado por la Cofradía para determinar el alcance de los daños y establecer alternativas, cifra el gasto de reponer todas las cubiertas en unos 70.000 euros, cantidad similar a la destinada en 2006. Un presupuesto al que la propia entidad contribuiría aportando los 20.000 euros que estaban reservados para la reforma de la fuente de La Laguna.

«Pero es una cantidad que, por sí sola, es insuficiente», reconoció de Gracia, que confía en que se vea incrementada con una partida municipal en los presupuestos de 2015, tal y como se comprometió a fijar el alcalde, Fernando Campo, durante la celebración del Día del Ermitaño. También la Junta conoce el problema y «estamos seguros de que una vez que tenga el informe pormenorizado de daños también responderá positivamente». El resto, tendrá que correr a cargo de las cuadrillas, porque «la reparación tiene que ser fruto del esfuerzo compartido de todos los afectados».

Garantía a largo plazo

Además, debe garantizar una solución definitiva, a largo plazo. Por eso, los técnicos apuestan por sustituir en todos los tejados un PVC que «ha estado sometido a una gran erosión. Esto ha provocado que se haya vuelto más rígido, por lo que cualquier impacto puede hacer que se rompa, como ocurrió con la tormenta de junio», explicó De Gracia. Con la chapa se buscaría evitar la rotura, se podría abombar, pero nada más. Eso sí, también hay que tener en cuenta el grosor, para que no genere un peso excesivo para estructura.

La propuesta detallada se la trasladará la junta directiva de la entidad a representantes de las cuadrillas en reuniones a las que les convocarán, por grupos, en las próximas semanas, ya que «la solución debe ser definitiva y afectar a todos». Además, el objetivo es que la sustitución pueda estar completada de cara a las próximas fiestas, para finales de mayo. «Ya estamos mirando precios, porque sería la Cofradía la que encargase en bloque todo el material para obtener importantes descuentos».

Casi de manera paralela, la entidad va a empezar a trabajar en los preparativos de San Juan del Monte 2015, con el objetivo de poder presentar ya en diciembre las bases del concurso de cartel anunciador. De este modo, la imagen para la promoción de la romería podría estar en la calle «tres meses antes de las fiestas y no las tres semanas previas, como ocurrió el año pasado», apuntó el presidente sanjuanero, que confía en poder también adelantar la presentación del carné de cofrade. «Son elementos que pueden servir para difundir la fiesta y darle mayor proyección. Al mismo tiempo, nos estamos planteando hacer campañas publicitarias en las capitales próximas, contando incluso con gente que pueda ir por la calle contando cómo son».

Por otro lado, De Gracia tiene muy presente que adelantar el trabajo de programación arrastra un componente económico positivo muy a tener en cuenta, porque «una vez que las tienes planificadas puedes dirigirte a posibles patrocinadores con más antelación».

Pero no todo el esfuerzo y trabajo se va en organizar las próximas fiestas. De manera paralela, la junta directiva está trabajando en una reforma de los estatutos de la Cofradía que «se presentará en breve». El objetivo principal es que los adelantos de los periodos electorales, que se han acordado en los últimos años para facilitar el relevo y que el grupo entrante dispusiera de más tiempo para organizar el programa, se regularicen sobre el papel.

También se va a plantear que la contabilidad se presente a año cerrado, aportado en septiembre, un avance, para que sea la junta entrante la que apruebe en enero las cuentas de la saliente. «Esta fórmula serviría de mecanismo de control, como una auditoria externa, y a los nuevos les obligaría a estudiarse las cuentas para saber a qué gastos se va a enfrentar en el ejercicio siguiente. Va a implicar transparencia por un lado y conocimiento por el otro. Algo que va a ser muy positivo», zanjó.