Endesa exige mejores condiciones para condonar parte de la deuda a Montefibre
Praedium estudia una contraoferta de la eléctrica a su plan de quita del 60% con un calendario a 7 años
salvador arroyo
Jueves, 18 de septiembre 2014, 02:28
Endesa transigirá, pero con unas condiciones más flexibles. Es lo que se desprende de la escueta comunicación que ayer emitió el gabinete de Alcaldía tras la reunión que Fernando Campo mantuvo con directivos de la multinacional eléctrica en Madrid. «Está dispuesta a negociar las condiciones para la cancelación de la deuda de Montefibre», se apunta en la nota. El pendiente asciende a 7 millones de euros, según la información aportada al comité de empresa por la dirección de la planta. Y se corresponde con las facturas impagadas de los dos meses anteriores al cierre. De su renuncia a un porcentaje significativo del mismo depende la viabilidad de la químico-textil.
La condonación debe ser confirmada antes de la junta de acreedores que está fijada para el 14 de octubre. De no lograrse, se entrará en un proceso de extinción sin vuelta atrás. Un escenario posible en el que hoy nadie quiere pensar. Porque evitarlo es, aparentemente, también un deseo del director general de Endesa, Javier Uriarte, y del responsable de Grandes Clientes, Jordi Breda.
Al menos es lo que trasladaron al alcalde en un encuentro que se inició pasadas las doce y media de la mañana y se prolongo durante una hora y cuarto. «Existe la voluntad de que antes de que se produzca la junta de acreedores sea posible formalizar un acuerdo», se asegura en la citada nota.
La propuesta de quita de Praedium, la sociedad dispuesta a devolver la actividad a la industria de la carretera de Logroño después de casi dos años de parón, no plantea distinción alguna entre unos y otros acreedores. Un carácter genérico que, en principio, no podría modificarse ante el juzgado número 5 de lo Mercantil de Barcelona, que es el que ha fijado la fecha de la junta. Esta variable, en cualquier caso, tampoco sería relevante en exceso si se tiene en cuenta que el grueso de los acreedores, previsiblemente, seguirían la estela que marque Endesa. Con su ok llegaría el de todos los demás. Su no sería suficiente para truncar el proceso. Pero también generaría un rechazo en cadena.
Campo, que antes de la reunión ya mantuvo contactos telefónicos con los responsables de la compañía, dejó entrever en agosto que el plan de quita era inasumible en las condiciones planteadas. Se pide a los acreedores que renuncien al 60% de la deuda y que, al mismo tiempo, acepten un calendario de pagos a siete años, de tal forma que comenzarían a cobrar el 25% después de tres de mora. Un periodo de carencia que habría sido considerado como especialmente largo más aún teniendo en cuenta que, en el caso de Endesa, los 2,8 millones que tendría que reconocer como impagados le serían fraccionados en cuatro ejercicios.
El alcalde habló ya entonces de la necesidad de «negociar esas condiciones». Una circunstancia que habría comenzado a darse directamente entre las dos partes implicadas. En la comunicación del Ayuntamiento se hace referencia, de hecho, a un encuentro que tuvo lugar la pasada semana entre los mismos directivos de Endesa que ayer se entrevistaron con el mandatario local y «los posibles compradores de la planta mirandesa (Praedium), en el cual se realizó una contraoferta de Endesa que está siendo estudiada en estos momentos para celebrar una posterior reunión». De lo tratado ayer en Madrid también se informó al consejero delegado de Montefibre. «Se ha articulado una reunión entre éste y el director de Grandes Clientes para abordar el tema de la deuda».
Hasta la fecha, la compañía habría percibido en torno a 7 millones de euros por el abastecimiento a la químico-textil, aunque lo hizo acogiéndose al «derecho de prenda, una fórmula incluida en el inicio del contrato. No por las buenas. La energía producida en la planta de cogeneración, en lugar de cobrarla Montefibre la cobró Endesa», explicó hace escasamente una semana Pedro Abellán, presidente del comité de empresa, quien también dejó claro que el calendario de reapertura que se puso sobre la mesa meses atrás carecía ya de sentido ante la incertidumbre surgida por las reticencias de Endesa.
Un asunto trascendental que ha llevado a Campo, trabajador en excedencia de la planta, a declinar cualquier manifestación al respecto. El objetivo, se sostiene desde el Ayuntamiento, es que «las actuales conversaciones puedan ser fructíferas». De ahí que no «habrá declaraciones sobre los términos que se están negociando».