La risa alarga la vida cuatro años y medio, si es verdadera
La conmeración este domingo de su Día Mundial coincide con la publicación de un informe de la Sociedad Española de Neurología que pone en entredicho los beneficios terapéuticos de la sonrisa cuando es fingida
Fermín Apezteguia
Domingo, 3 de mayo 2015, 01:49
Reirse, incluso de uno mismo, es una de las mejores recetas para gozar de una buena salud. Los especialistas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) aseguran en un informe publicado con motivo del Día Mundial de la Risa, que se conmemoraba este domingo, que las personas con buen sentido del humor tienen un 40% menos de problemas vasculares, es decir muchísimo menos riesgo de infarto o trombosis, y que esa condición les permite vivir unos cuatro años y medio más. La buena noticia, que es fantástica, tiene su contrapartida. Forzarse a reir puede resultar muy sano, pero una sonrisa falsa no aporta ninguno de los beneficios terapéuticos atribuidos a una sana carcajada.
Lo ha dicho siempre el jefe de servicio de Oncología Médica y Cuidados Paliativos del hospital de Valdecilla, en Santander, Jaime Sanz Ortiz, que es uno de los especialistas médicos que más han estudiado el poder terapéutico de la risa. "Reirse de todo puede ser propio de necios, pero no reirse de nada es de presuntos mentecatos". Saber hacerlo es fundamental para vivir -mucho más para sobrevivir- y aporta grandes beneficios a la salud. Tradicionalmente, se ha dicho que vivir con alegría y humor reduce el estrés, eleva el estado de ánimo y, en general, fomenta el bienestar psicolígico.
Como la comida y el sexo
Las investigaciones más recientes alargan la relación de ventajas, según apunta el neurólogo Marcos Llanero, coordinador del Grupo de Estudio de Neurogeriatría de la SEN. Reirse a placer, según dice, estimula el sistema inmune, incrementa el umbral del dolor y, quizás lo mejor, acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro. De ahí sus altas capacidades para contribuir a la prevención de infartos de miocardio, ictus y accidentes por trombosis.
El investigador británico Richard Wiseman sostiene que las mujeres se ríen más y disfrutan más del humor porque la risa, según detalla Llanero, activa mucho más en ellas dos áreas del cerebro fundamentales para la gestión de las emociones, que son las del lenguaje y la de la memoria a corto plazo. "Cuando nos reímos -detalla el coordinador del Grupo de Humanidades e Historia de la SEN, Manuel Arias Gómez- liberamos dopamina a tope, que es un neurotransmisor que nos produce una sensación placentera. Es decir, que el sentido del humor está íntimamente ligado al sistema cerebral de recompensa, que es el mismo que se activa con la comida, el sexo, las relaciones sociales y las adicciones".
Descubra la falsa
El psicólogo Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones y la expresión facial, llegó a diferenciar hasta 16 tipos de risas y sonrisas, pero la capacidad de distinguir un gesto auténtico de otro falso se atribuye a un neurólogo, Guillaume Duchenne. Cuando se trata de algo forzado, lo normal es que los músculos de alrededor de los ojos no se contraigan (Intente sonreir sin moverlos y descubra el gesto. Efectivamente, falso total).
La experiencia de Sanz Ortiz con enfermos terminales y el uso que durante décadas ha hecho del humor y la risa como el mejor cóctel terapéutico le llevan a concluir que la falta del más gracioso de los sentidos constituye un factor de riesgo para enfermar. Lamentablemente, la risa no está de moda. Reirse se considera propio de gente chistosilla, sí, pero también despreocupada, vacía y superficial. "Reirse es de lo más sano que hay, beneficioso se mire como se mire". Los niños de 7 a 10 años se ríen unas 300 veces al día. Los adultos apenas llegan a 80.
Si desea vivir más tiempo y más feliz, ajeno a lo que piensen los demás, pero contento, apúntese esta receta. No la venden en farmacias. Búsquela en su interior:
1. Condición previa: debe establecerse desde el principio una relación sana, alegre y empática entre las personas que van a relacionarse en clave de humor.
2. Si quiere fomentarlo, frecuente espectáculos humorísticos, vea películas cómicas, lea comedias y literatura divertida; y trate de mantener en mente siempre algunos chistes.
3. Busque el lado gracioso, no de los momentos trágicos, pero sí de los problemas imprevistos y situaciones embarazosas.
4. Siempre en positivo. Refuerce, por pequeño que parezca, cualquier aspecto o progreso positivo de un paciente, el familiar enfermo, la persona con la que se relaciona.
5. Fomente el buen humor que pueda conseguir de otros y estimúlelo con el suyo propio.
6. Alégrese: La alegría es un estado normal del ser humano, practíquela para reforzarla.
7. Valores: Sea consciente de las actitudes que favorecen las relaciones humanas, principalmente el respeto y la comprensión.