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Cristiano, durante el partido de semifinales ante Gales.
El maratón del Cristiano más solidario

El maratón del Cristiano más solidario

El astro portugués admite que no llegó bien a la Eurocopa y piensa más en el colectivo que nunca

Ignacio Tylko

Viernes, 8 de julio 2016, 01:49

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«¡Cristiano Ronaldo!», «¡Cristiano Ronaldo!...». El cántico de centenares de hinchas portugueses, ya con sus voces menos rotundas y más desafinadas, aún se escuchaba, bien entrada la madrugada, mientras la espera para regresar desde el estadio Parc Olympic Lyonnais al centro de la ciudad se hacía interminable. La fila organizada para coger el único tranvía lanzadera que une el moderno, pero alejado estadio, con la tercera ciudad poblada de Francia, tras París y Marsella, daba un sinfín de vueltas entre vallas de seguridad. Pero los seguidores, rotos tras un caluroso día de intensas emociones y largas caminatas, aún reservaban sus escasas fuerzas para corear al ídolo que les condujo hacia la segunda final de su historia.

Estaban en franca minoría, pero los lusos silenciaban a los galeses, algunos ya sin poderse tener en pie. El agotamiento, la tristeza, las pintas de cerveza y los goles de Cristiano y Nani, les habían derrotado. Hasta la tenue luz morada al fondo del estadio, ya les incomodaba. Llegados al fin a la Gare Part Dieu, unos y otros se mezclan para echar una cabezadita, tirados en cualquier recoveco de la estación, a la espera de que a primera hora algún tren les condujese hasta al aeropuerto.

«Pocos observadores imaginaban que llegaríamos a la final. Siempre he soñado con ganar un título con la selección portuguesa y espero que nuestro momento haya llegado. Portugal y todos sus ciudadanos se merecen ganar este trofeo por todo lo que nos han apoyado», resumía el astro del Real Madrid, tras ser elegido por la UEFA el mejor jugador de la primera semifinal de la Eurocopa.

Con sólo 19 años, Cristiano ya disputó una final en 2004, la que las 'Quinas' perdieron en casa ante la Grecia de Otto Rehhagel, merced a un gol de Angelos Charisteas. «Aquello fue muy diferente. Era muy joven y estaba al inicio de mi carrera. Han pasado 12 años y estoy muy orgulloso. Lo más importante ahora es que creamos en nuestras posibilidades de cara a la final. Mis felicitaciones al equipo técnico y a todos los que no han apoyado», cuenta.

No habló antes del choque, sólo para agradecer el apoyo brindado por cientos de seguidores que, ávidos de autógrafos y 'selfies', cada día se citan en Marcoussis, el blindado cuartel general de la selección de Fernando Santos en la Eurocopa. Pero Cristiano sí se explayó tras consumar el éxito: «Siempre he soñado con ganar un torneo con Portugal y estamos a un paso. Soñar no cuesta nada», afirmó.

Destacó el carácter de su selección, calificada como «el patito feo» de la Eurocopa por su técnico, como respuesta irónica a tanta crítica recibida por el juego especulativo. «Somos un verdadero equipo. Somos solidarios y por eso hemos llegado hasta aquí, trabajando juntos, todos siempre a disposición del equipo, luchando, defendiendo y dando todo. Ha habido un trabajo de equipo extraordinario, con 23 jugadores que se han batido por esta camiseta», desgranó Ronaldo.

Fervor patriótico

Tras dar un paso al frente en la lucha hacia su cuarto Balón de Oro, sacó a relucir el fervor patriótico como otra de las claves del éxito: «Los seguidores y saber que tenemos a un país detrás, han sido valores añadidos para mí». Y confesó que no llegó fino al torneo: «Tras ganar la Liga de Campeones, no comencé de la mejor manera en la Eurocopa, pero ahora las cosas van de manera diferente. Ha sido un maratón. Que Nani o Renato Sanches hayan marcado también goles muestra que somos un equipo».

Ronaldo ejerce de líder dentro y fuera del campo. Predica con el ejemplo y se echa al equipo sobre sus anchas espaldas. Lo explicó muy bien Santos: «Es un compañero modelo, por la manera que se entrena con los otros jugadores y les anima. Es un hombre que piensa en el colectivo», afirmó el veterano técnico. «Trabaja mucho para el grupo y eso es lo más importante», abundó el centrocampista del Valencia André Gomes.

Al terminar el pulso ante los 'dragones', Cristiano demostró saber ganar, una virtud que no siempre le ha acompañado en su carrera. Se abrazó a él y estuvo charlando al oído con la estrella galesa, Gareth Bale, su compañero, que no amigo, en el Real Madrid. «Hemos tenido una conversación normal, que no voy a contar. Le he felicitado por su recorrido en esta Eurocopa con la selección de Gales, que ha sido formidable. Han sido la revelación del torneo. El resto de nuestro diálogo prefiero guardármelo», indicó CR7.

Entre sus muchos logros personales, suma también un récord de internacionalidades por delante de Figo, ser el único jugador único presente y capaz de marcar en cuatro Eurocopas y, desde el miércoles, el récord de máximo artillero compartido con Michel Platini, aunque el francés anotó las nueve dianas sólo en la edición de 1984.

Cristiano, esta vez, no quiso dar realce a esa marca personal. «Es un placer, pero ya he batido muchos récords y sigo haciéndolo. Lo más importante es haberse clasificado para la final. Estoy orgulloso de lo que hemos conseguido», insistió. El madridista suma tres goles en la presente edición, todas ellos clave. Firmó un doblete ante Hungría, sellado con un remate de espuela increíble, y evitó la debacle en la primera fase. Ya con ocho tantos, era el segundo máximo anotador histórico, con una diana más que las del inglés Alan Shearer entre las Eurocopas de 1996 y 2000.

Ronaldo se estrenó como goleador en una Eurocopa en el partido inaugural del torneo de 2004, perdido ante Grecia por 2-1, donde comenzó de suplente. En esa edición logró otro gol más, en la semifinal ganada 2-1 a Holanda.

En 2008, Portugal llegó a cuartos de final (derrota 3-2 ante Alemania) y Cristiano sólo pudo marcar un gol, en la victoria 3-1 sobre la República Checa en el segundo partido de la fase de grupos.

Cuatro años más tarde, Cristiano Ronaldo consiguió tres tantos en un certamen donde Portugal alcanzó las semifinales, hasta caer ante España en la tanda de penaltis (4-2 después de 0-0). Había clasificado a los lusos para esa penúltima ronda, al lograr el gol de la victoria sobre la República Checa (1-0) en los cuartos de final. En la primera fase, hizo los dos con los que Portugal derrotó 2-1 a Holanda y se clasificó para los cuartos.

A falta de la cita cumbre, en Francia ya ha igualado su mejor registro en un torneo. El insaciable Cristiano, que sólo en su club ya había jugado 48 partidos y rubricado 51 goles en un curso extenuante en el que conquistó la 'undécima' con el Real Madrid, no tiene límites.

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